“Nos jugamos la vida a diario, solo reclamamos una jubilación digna”
El debate sobre la aplicación del coeficiente corrector que permita anticipar la edad de jubilación de los buzos profesionales, ha tenido como escenario durante los meses de septiembre y octubre por el Congreso de los Diputados. Por primera vez en la historia del buceo, una de las máximas reivindicaciones de los profesionales de la industria se ha debatido activamente en sede parlamentaria con efectos directos.
El proyecto de Ley de Pesca Sostenible e Investigación Pesquera, incluye una serie de reformas de la Ley 47/2015 que afectan directamente a la situación socio-laboral de los buzos profesionales españoles. Según el documento, el colectivo se beneficiará de un coeficiente reductor del 0,15 por ciento, lo que en principio supondría adelantar la edad de jubilación en casi cuatro años antes de la que sería la jubilación ordinaria cumpliendo con todos los requisitos.
Los esfuerzos del colectivo de buzos profesionales se han centrado durante los últimos meses en aportar argumentos para elevar el índice propuesto en dicha reforma. La totalidad de los buzos profesionales consideran que la cifra propuesta es muy escasa y que las condiciones de trabajo a las que se someten diariamente, son merecedoras de un incremento de al menos el 0,30 por ciento, a ojos de los más conformistas, y hasta el 0,40 por ciento para la mayoría de ellos. Así lo reflejó la encuesta que este medio de comunicación publicó en su número anterior, donde participaron casi 400 buzos (RESULTADOS DE LA ENCUESTA), de diferentes modalidades o sectores profesionales subacuáticos.
Los sindicatos han dedicado su esfuerzo en las últimas semanas a trasladar la información necesaria a los diferentes grupos parlamentarios para incrementar el índice. Una actividad frenética que ha procurado documentar las condiciones de peligrosidad y penosidad a las que está sometido el colectivo, así como las dificultades de cotización que ocasiona la estacionalidad de los trabajos subacuáticos. La lista de enfermedades y patologías propias de la profesión, la barrera de la edad para seguir desempeñando ciertas labores en medios hiperbáricos o el desarraigo, son otras cuestiones con un importante peso a tener en cuenta para definir un índice justo de aplicación para un coeficiente corrector.
Las tres organizaciones sindicales que han tomado las riendas en esta misión han sido Comisiones Obreras (CC.OO.) y el Sindicato Estatal Buceo Profesional (SEB-Solidaridad) y la Conferencia General de Trabajadores (CGT) quienes han mantenido reuniones con los partidos más representativos del panorama nacional, así como otras formaciones políticas minoritarias y algunos de carácter regional, allegados al sector del buceo por su adscripción geográfica.
SubaQuatica Magazine ha seguido de cerca el proceso de negociación que expone en las siguientes páginas de su revista (y en su portal web) y ha tenido hilo directo con algunos de los grupos políticos en el Senado. Tras haberse cerrado el periodo de enmiendas el pasado 28 de septiembre, el sector espera una respuesta del Congreso, que podría llegar en un periodo de un mes según nuestras fuentes. La previsión es que antes de final de año, muy probablemente tengamos la publicación definitiva en el BOE.
En los días previos al cierre de esta publicación hemos conocido las enmiendas presentadas por los grupos parlamentarios, donde los más exigente con el proyecto de Ley son Unidas Podemos, que solicita un 0,40 y la aplicación del carácter retroactivo de esta medida y el grupo parlamentario Plural, que solicitó en su enmienda también el 0,40 y la elaboración de un nuevo catálogo de enfermedades profesionales.
Esquerra Republicana-Euskal Herria Bildu pide un coeficiente de 0,35, mientras que VOX ha pedido para los buzos profesionales entre un 0,30 y un 0,45. El grupo Popular ha solicitado la aplicación de un 0,30.
El resto de grupos políticos, entre los que destaca el grupo parlamentario Socialista, no han presentado enmiendas y se acogen al 0,15 que el anteproyecto recoge.
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