¿ROVs contra Buzos? Desmontando el mito

Desmontando el mito | Mariscope
Por: Matias Fertig

¿ROVs contra Buzos? El mito

Existe una clásica creencia acerca de la competencia entre la robótica submarina y los buzos comerciales, con el difundido miedo de que la primera llegó para quitarle el trabajo a los segundos.

Esto se hace especialmente patente en el rubro intermedio de los vehículos submarinos, en los ROVs de tipo Observation Class. Estos vehículos, que están en un tamaño intermedio entre los Mini-Rovs y los Light Work Class, poseen una gran versatilidad en las tareas que pueden realizar.

Sin embargo, la realidad se encuentra muy lejos de este mito. Cuando se utiliza de forma adecuada, la robótica es una gran aliada del buzo y contribuye mucho a su seguridad.

Un ROV es una herramienta. Tal y como podría ser una retroexcavadora (nadie se plantea que quiten el trabajo a los obreros que hacían los pozos o zanjas con pala).

Uno de los ROV de Mariscope

Una herramienta de alta tecnología que debe ser usada correctamente para la realización de una tarea determinada, y que, en nuestro caso, el mismo buzo puede utilizar para mejorar la calidad de su trabajo y su seguridad.

Es cierto que ciertos trabajos, como una inspección u observación en sí misma, es un ámbito común que puede ser realizado por ambos, pero hay cosas que el ROV no puede hacer y que sí puede hacer un buzo perfectamente.

Operaciones que involucren trabajar con nudos, reparar redes o ciertas reparaciones de estructuras, trabajos de soldadura (a día de hoy ya que se está avanzando mucho en el tema) o ciertas manipulaciones muy finas presentan una dificultad importante para un ROV, mientras que son actividades corrientes y perfectamente realizables para un buzo.

ROV de inspección en una jaula acuícola | Mariscope

Sin embargo, el trabajo con ROVs ofrece a los buzos y operadoras comerciales un agregado de seguridad y eficiencia muy importante en variados aspectos y situaciones, como las que se desarrollan a continuación.

Inspecciones previas al trabajo

Aunque no es muy usual y solo se realiza en algunas empresas de buceo comercial, una inspección previa con un ROV del lugar donde trabajarán los buzos permite una previsión de situación, determinación de potenciales peligros, y desarrollo de procedimientos de trabajo y prevención de accidentes.

Muchos buzos pueden testimoniar haber descendido y encontrarse con situaciones peligrosas e inesperadas que podrían haberse previsto con una inspección previa con un ROV (por ejemplo, hierros o estructuras sueltas colgando bajo una plataforma donde tenían que trabajar).

ROV inspeccionando un barco hundido para su posterior reflote | Mariscope

Planificación del trabajo

La utilización de un ROV puede permitir mejorar no solo el aspecto de la seguridad, sino también la eficiencia de la inmersión realizada por el buzo.

En base a una inspección previa, es posible planificar el trabajo a realizar sabiendo lo que el buzo debe hacer, los procedimientos y actividades, e incluso qué herramientas necesitará.

Esto evitará que el buzo pase más tiempo del necesario sumergido o tenga que realizar ascensos innecesarios, disminuyendo de ese modo su compromiso descompresivo y aumentando su seguridad.

Control y monitoreo del buzo

La utilización de un ROV (el mismo que se puede haber usado para la inspección previa) para monitorear a los buzos que se encuentran trabajando permite un control en tiempo real y una rápida respuesta frente a situaciones o eventos inesperados.

El ROV Commander MK2, un dron submarino para inspecciones offshore | Greenpeace

Profundidades peligrosas

Las inspecciones a profundidades que pueden ser peligrosas para los buzos o se encuentran fuera de su rango de profundidades recomendables pueden ser llevadas adelante con esta herramienta, en tiempos operativos cortos y, además, con un costo bajo para las compañías.

Inspecciones de envergadura

Hay inspecciones que por su extensión o profundidad requieren una operación compleja y peligrosa para su realización con buzos.

Este es el ejemplo de emisarios de gran longitud a profundidades en el límite o superiores a las recomendables para un buzo, que implicarían una operatoria prolongada y compleja con buzos comerciales, y su exposición a compromisos descompresivos mayores.

En este tipo de inspecciones, la utilización de ROVs reduce significativamente tanto los tiempos como los costos operativos.

ROV de Mariscope utilizado en una de las campañas de oceanografía de Greenpeace | Mariscope

Lugares peligrosos

Por ejemplo, en lugares como Chile han ocurrido innumerables muertes de buzos realizando trabajos de inspección de redes salmoneras que pueden ser realizados por los ROVs sin arriesgar vidas humanas.

Este tipo de inspecciones, realizadas con un ROV, evitan a los buzos colocarse en situaciones de extremo peligro, y que sus habilidades sean utilizadas cuando son realmente requeridas, por ejemplo frente a la necesidad de una reparación de una red que ha sido vista con el ROV.

También la posibilidad del monitoreo que nombramos antes en estos sitios peligrosos mediante el uso del ROV aumenta de manera importante el nivel de seguridad del buzo.

El ROV puede resultar un alternativa segura para trabajo en dársenas o espacios confinados | Mariscope

Ambientes peligrosos

La posibilidad de utilizar esta tecnología en lugares como aguas contaminadas, túneles estrechos y demás ambientes con mayor grado de peligro para los buzos, permite reducir el riesgo para los mismos y que éstos se expongan cuando realmente es necesario.

Visión de futuro

Quizás alguien podría seguir pensando en el argumento de que aún muchas de esas inspecciones, aunque con los riesgos que ello conlleva, las podría hacer el buzo, pero estamos hablando sencillamente de seguridad.

La visión a futuro debe ser que el buzo en vez de estar abajo del agua arriesgándose para hacer una tarea de este tipo, pueda manejar el ROV que hace esa inspección y entre al agua a hacer el trabajo que puede hacer bien como buzo y el ROV no.

De esta manera no se arriesga la seguridad de los buzos haciendo trabajos que pueden ser cubiertos por el uso de esta tecnología robótica, se incrementa la eficiencia del trabajo humano y se disminuyen tiempos y costos operativos.

Y en muchos casos también se disminuye el lamentable costo en vidas y salud humanas.

Un ROV puede ser el mejor aliado del buzo comercial en cuestiones de seguridad | Mariscope

Reflexión en el sector

¿Por qué no utilizar una tecnología que puede ayudar a mejorar las condiciones de trabajo de los buzos, reducir los riesgos y mitigar los efectos adversos?

Lo que sí hay que considerar es que se debe usar el ROV adecuado para lo que se quiere hacer. Un ROV muy reducido, con poca potencia y no preparado para condiciones complicadas, no funcionará en mar con corriente, abierto o malas condiciones.

En cierto modo es como si intentáramos usar una cuchara de helado para hacer un hoyo para plantar un árbol, seguramente la cuchara no funcionará o se romperá. Y el problema no será de la cuchara sino de haberla usado para algo para lo que no está diseñada.

Sobre el autor

Matias Fertig (Buenos Aires, 1975) se licenció como Ingeniero Agrónomo en 1998 en la universidad de la capital argentina. Posteriormente se trasladó a la Patagonia, donde ha desarrollado actividades agropecuarias durante más de 20 años. En 2007 comenzó su relación con el buceo, que terminaría por convertirse en su pasión. Eso le llevó a formarse como instructor de buceo en 2016 y desarrollar una escuela de buceo en la cordillera.
Durante su estancia en la región andina conoció a Christian Haag, fundador de Mariscope Meerestechnik , con quien realizó algunos trabajos en la zona, como la instalación de instrumental de medición submarino en la Represa Hidroeléctrica Futaleufú. En 2017 comenzó a formarse como piloto técnico de ROV con la compañía alemana. De esa relación, nació la idea de continuar trabajando juntos. Fue entonces cuando en 2019 pasa a ser responsable de Mariscope Mediterráneo, como representante de la compañía para la España, Portugal, Francia y el norte de África.

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