“Las cámaras Hiperbáricas requieren de profesionales altamente cualificados para minimizar cualquier tipo de riesgo”
Con motivo de la celebración del III Congreso Nacional de Medicina Hiperbárica, SubaQuatica Magazine ha publicado un reportaje con una de las ponencias dedicadas al Buceo Comercial, que puedes ver AQUÍ. El director del fabricante español de cámaras hiperbáricas IBERCO, Jacinto Paredes, ha participado en el reportaje aportando su visión sobre el papel de los fabricantes de estos equipos en el manejo de las mimas:
“Las cámaras Hiperbáricas requieren de profesionales altamente cualificados para minimizar cualquier tipo de riesgo”
La formación continua es vital en cualquier campo y, en mayor medida, cuando se trabaja con un equipo desarrollado para el tratamiento de personas, en este caso, de profesionales del medio subacuático.
Existen distintos riesgos que se pueden reducir con más entrenamiento del personal, conociendo qué mantenimientos e inspecciones periódicas reglamentarias precisa la cámara hiperbárica con la que se trabaja, así como mediante la instalación de elementos de seguridad, que no todas las cámaras hiperbáricas poseen (principalmente las que tienen cierta antigüedad). No nos referimos solamente a innovaciones tecnológicas no obligatorias que supongan una mejora y ayuda importante para el operador, sino también a elementos básicos requeridos como, por ejemplo, los analizadores de oxígeno.
El fabricante debe limitarse a asesorar en la parte técnica, explicando el funcionamiento o manejo de los distintos elementos que conforman la cámara, y dejar la parte médica a un doctor debidamente formado y con experiencia en medicina hiperbárica.
Los fabricantes debemos limitarnos a ofrecer asesoramiento técnico sobre los equipos y no entrar en cuestiones médicas
Nuestras cámaras hiperbáricas, por ejemplo, cuentan con un sistema propio de registro gráfico de datos, con pantalla táctil a color y posibilidad de mostrar y registrar tantas variables como se deseen (presión en botellones de aire y de oxígeno, otras presiones en distintas líneas y sistemas, nivel de agua del depósito contra incendios o temperatura), así como alarmas de seguridad programadas indicando su motivo en pantalla.
También hemos desarrollado un sistema propio de control automático de la cámara hiperbárica, que permite guardar y ejecutar curvas de tiempo-presión, incluyendo en qué tramos suministrar oxígeno o aire en mascarillas y ventilación variable según el porcentaje de oxígeno, así como hacer transición de una curva a otra que se requiera sobre la marcha, entre muchas otras funciones y ayudas que proporciona este sistema al operador, llevando a cabo la curva deseada con precisión.
Nuestra tecnología llega, incluso, a poder operar la cámara y recibir información en tiempo real del sistema de forma remota desde un móvil u ordenador, aunque siempre se requiere de un operador en el lugar por razones de seguridad.
En nuestro caso, IBERCO cuenta con un excelente equipo de ingenieros industriales, que desarrollan e implementan mejoras técnicas y mayores comodidades. Y aunque estamos en continuo contacto con profesionales de la medicina, de quienes recibimos propuestas o nuevas necesidades tecnológicas, no es de nuestra competencia abordar cuestiones sobre la aplicación de tratamientos. Cualquier fabricante que no disponga en su plantilla de un equipo médico con dicha formación, debería abstenerse de ofrecer ese servicio al cliente final por cuestiones de seguridad.
Afortunadamente, hay una completa oferta formativa en este campo, avalada por distintas asociaciones de medicina hiperbárica y subacuática, como la Asociación Española de Medicina Hiperbárica y Subacuática (ASEMHS) y la Sociedad Canaria de Medicina Subacuática e Hiperbárica (SOCAMSEH) en España. Prestigiosos doctores especializados del sector hiperbárico dan formación sobre esta materia. A estos cursos suelen inscribirse tanto doctores y enfermeros como operadores de cámaras, entre otros interesados, que asisten a esta clase de cursos para su formación continua de la que antes hablábamos, además de entablar relaciones con compañeros del sector.
En definitiva, la situación ideal sería que quien habilita una cámara hiperbárica también disponga del personal debidamente cualificado y titulado para trabajar con ella con las máximas garantías, necesitando de su fabricante tan solo la formación técnica específica para el manejo y comprensión de todos los sistemas y elementos que la integran.