El stand by o buzo de reserva: “Mantener los estándares de seguridad es un compromiso no negociable”

El stand by o buzo de reserva

Las continuas comparaciones dentro de la industria subacuática entre el buceo comercial en alta mar (offshore) y en la costa (inshore), vuelve a poner de manifiesto un problema de seguridad que exige una atención inmediata y seria.

En los últimos años hemos visto, tanto a nivel nacional como a nivel internacional, cómo se le resta importancia a la figura del buzo de stand by o buzo de reserva, un elemento que está regulado en la mayoría de normativas. Tales son las diferencias de opinión que genera el debate, que en algunas operaciones se obvia directamente su participación y llega a suponer una lucha no solo con los contratistas, sino entre compañeros.

Arturo Villazón Granda

CEO DE TECNOSUB
SUPERINTENDENTE DE BUCEO

En Tecnosub, una compañía con una cartera diversa de clientes, que abarca desde la exploración de petróleo y gas en alta mar, hasta la construcción pesada en la costa, hemos procurado siempre estar a la vanguardia acerca de esta cuestión de máxima importancia en materia de seguridad.

En ciertas regiones se defiende la idea de que el buzo en stand by, juega un papel menos importante en la seguridad de las operaciones inshore. Es decir, sostienen que no requiere estar completamente equipado y alerta con la lista de verificación previa durante toda inmersión, como marcan los estándares internacionales más exigentes en nuestros sector de trabajo. Esta es una afirmación que, en ningún caso, podemos respaldar.
La productividad y el rendimiento de las tareas asignadas bajo el agua son cruciales dentro de la planificación, pero palidecen en comparación con la importancia inequívoca de la seguridad de los buceadores. Unos protocolos de seguridad basados exclusivamente en parámetros económicos son imprudentes y potencialmente peligrosos y esto es algo que toda la jerarquía de actores que participan en un proyecto subacuático, desde el cliente hasta el contratista de buceo, debe conocer.

Una emergencia bajo el agua no discrimina entre un magnate del petróleo y un contratista local; la urgencia y la necesidad de asistencia inmediata siguen siendo idénticas. O lo que es lo mismo, una situación de emergencia en puerto o en un trabajo en alta mar, puede tener consecuencias letales si no se toman las precauciones oportunas y/o si no se tienen en cuenta los riesgos a los que se expone un buzo.

Por tanto, nuestra postura es clara: los protocolos de seguridad deben reflejar los riesgos operativos reales y no disminuir su exigencia, con la intención de reflejar riesgos menores en las operaciones en la costa. Debemos ser responsables y eliminar el mito de que el buceo inshore es menos exigente o peligroso, y reafirmarnos en la necesidad de que el buzo en stand by, debe estar siempre preparado. Las situaciones de emergencia son tan críticas en la costa como lo pueden ser en los complejos situados en alta mar.

Es evidente que en muchos trabajos inshore a poca profundidad, el equipo del stand by puede variar respecto al usado en un trabajo offshore, donde requiere un LARS, un espacio específico o un ayudante, dedicado exclusivamente al buzo en reserva. Pero esto no cambia en ningún caso, la idea de que en caso de accidente, debe intervenir en el menor tiempo posible y con el equipo necesario para cumplir con su cometido.

En conclusión, es fundamental que la industria del buceo comercial, tanto a nivel nacional como internacional, se unifique y mantenga los estándares de seguridad para que no fluctúen según la geografía o la financiación del proyecto. Es nuestra responsabilidad, la de todos, mantener un compromiso inquebrantable con la seguridad de nuestros buceadores, ya que su salud y su seguridad dependen de nuestra constancia en este sentido. Los estándares de seguridad que lleguemos a establecer hoy, definirán el legado de nuestro compromiso con la vida humana y la integridad profesional.

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