‘Mundo ROV (I)’, introducción al entorno de los drones submarinos

Cubierta del Atlantic Explorer de QSTAR con dos unidades ROV

‘Mundo Rov’: nueva sección en SubaQuatica Magazine

Si bien hemos publicado noticias sobre el entorno ROV desde nuestros inicios, hemos querido plasmar la importancia de este sector a través de una sección propia en nuestra revista a papel, en la que dar cabida a información general, novedades técnicas o formación.

Esta es una noticia recogida en el Nº11 de SubaQuatica Magazine, que puedes leer AQUÍ

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Introducción al entorno ROV

A lo largo de estas líneas mostramos una introducción al interesante mundo de los vehículos submarinos operados remotamente, llamados ROV (del acrónimo inglés Remote Operated Vehicle) y sus diversas aplicaciones en la industria.

El uso de las nuevas tecnologías ha aumentado significativamente en la industria profesional. El ROV se convierte en una herramienta muy importante en la exploración de aguas profundas y en operaciones de inspección, obras submarinas, salvamento y rescate entre otros sectores.

Las aplicaciones de uso de los ROV están en continuo desarrollo. La posibilidad de poder configurar cada unidad con distintos tipos de sensores y herramientas ha permitido una gran diversificación respecto a sus aplicaciones.

En la industria militar, el uso original del diseño de equipos ROV es la búsqueda y neutralización de minas, como transportador de material detonador (UXO – Unexploted Explosive Ordnance).

Los ROV pueden llevar a cabo una amplia gama de tareas de soporte para la industria marina, como realizar tareas de inspección y mantenimiento, conectar tuberías, controlar válvulas operativas y apoyar en operaciones submarinas. La profundidad del agua ya no es una limitación.

Y es que la mayoría de los ROV de clase de trabajo (workclass) pueden alcanzar profundidades de 3.000 y hasta 4.000 metros.

ROV Pegaso, de la compañía Ageotec

ROV es un vehículo submarino no tripulado y conectado a una unidad de control en la superficie por medio de un cable umbilical (tether) y el que se controla mediante un mando de control HCU (Hand Control Unit).

A través del tether se transmite la energía, se envían las órdenes, se reciben las señales procedentes de las cámaras de vídeo, los datos de los sensores y sonar hacia la unidad de control en la superficie.

Una vez en el ROV, la energía eléctrica se divide y se distribuye entre los diferentes componentes del equipo. Sin embargo, en aplicaciones que requieren alta potencia, la mayor parte de la energía eléctrica se utiliza para accionar un motor de alto voltaje y que, a su vez, acciona una bomba hidráulica.

La bomba hidráulica se utiliza para alimentar equipos tales como propulsores, herramientas y brazos manipuladores.

La mayoría de los ROV están equipados con, al menos, una cámara de vídeo y un sistema de iluminación. Además, se integran sensores adicionales y herramientas para ampliar las capacidades del vehículo; estos pueden incluir sensores NDT para medir parámetros según la necesidad, sonares, cámaras de video de alta definición 4K, cámaras fotográficas, brazos manipuladores (con diferentes funciones), herramientas de corte y mecanismos para la toma de muestras.

Como hemos podido ver, las aplicaciones de los ROV son infinitas por su gran capacidad de integración y adaptación según el tipo de proyecto. Su demanda actual está en constante crecimiento, pudiendo realizar cada vez más tipos de trabajos bajo la superficie del agua, un medio que es el menos explorado en nuestro planeta (la superficie de la Tierra está cubierta de agua en un 70% y tan sólo el 30% es tierra firme). El ROV se convierte así en una herramienta imprescindible en la exploración y trabajos submarinos.

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