Dos buzos comerciales pierden sus titulaciones por fraude y el gerente de la empresa es sancionado

Fraude en el buceo comercial

Investigadores de Health and Safety Executive (HSE), la Agencia Ejecutiva para la Salud y Seguridad del gobierno británico, confirmaron el expediente sancionador para dos buzos comerciales y para el gerente de una compañía de buceo profesional por un delito de falsedad documental.

El proceso se inició cuando el organismo oficial recibió una denuncia sobre el fraude cometido por los tres profesionales durante la formación de los dos primeros como buzos en saturación.

Cabe recordar que dicha titulación puede obtenerse únicamente en dos centros en todo el mundo: el Institut National de Plongeé Professionnelle (INPP) de Marsella (Francia) y la escuela Commercial Dive Academy de Tasmania (Australia).

El buceo en saturación: una especialidad muy peligrosa

Según la investigación, ambos buzos podrían haber obtenido su cualificación en la especialidad de campana cerrada sin contar con la experiencia previa de buceo exigida. Se produjo el agravante, además, de que los dos profesionales habían trabajado ya para contratistas en el Mar del Norte. Para ejercer como buceador de saturación en el Reino Unido (también conocido como buzo de campana cerrada), se precisa dicha titulación oficial.

Ilustración de dos buzos en saturación con campana cerrada | MATT CHINWORTH

Por su parte, el director de la compañía de buceo, que los empleaba, cuyo nombre no ha trascendido, también habría incurrido en una falta grave de falsedad documental.

HSE se puso en contacto con ambas escuelas de buceo y obtuvo detalles de las inmersiones enviadas por los buzos durante el proceso de inscripción. Luego, los inspectores cotejaron esta información con varios contratistas de buceo del Reino Unido para verificar si la experiencia de buceo alegada era correcta.

Debido al requisito legal de que los contratistas de buceo conserven registros de las inmersiones de los dos últimos años, los contratistas pudieron proporcionar detalles precisos sobre las profundidades y los tiempos de las inmersiones de las personas interesadas.

El director de la empresa de buceo en cuestión no pudo proporcionar registros, a pesar de haber firmado y sellado él mismo el logbook de ambos buzos.

Logbook o libro de registro de inmersiones y supervisiones de los buzos comerciales

HSE se personó en los sitios donde se habían registrado las inmersiones y, con la ayuda del capitán del puerto, pudo demostrar que no se había producido ningún buceo en las fechas registradas en el logbook.

Pérdida de su título de buzo en saturación

Como consecuencia del expediente sancionador, además de haber perdido las 15.000 libras que costaba el curso, ambos buzos han sido desprovistos de sus titulaciones de buceo en saturación.

Los buzos Pinocho: mentiras que pueden costar la vida

Uno de los buzos había falsificado 10 inmersiones en lugar investigado para demostrar que había realizado 20 inmersiones a más de 15 metros de profundidad, todas ellas selladas y firmadas de manera fraudulenta por el gerente de la empresa.

El otro buzo tenía muy poca experiencia y HSE sólo pudo encontrar registros que reflejaban unas 28 inmersiones, de las cuales sólo una era a más de 15 metros de profundidad. Sin embargo, aportó a la escuela de buceo documentación que recogía un total de 106 inmersiones, 26 de las cuales fueron a más de 15 metros.

Un caso que sienta precedentes

El inspector de buceo de HSE, Phil Crombie, afirmó que “se necesita experiencia en buceo para convertirse en un buzo especialista en saturación y falsearla podría poner en riesgo su vida y la de otros buceadores de la operación”.

Igualmente, sostiene que “los contratistas de buceo en alta mar necesitan utilizar buzos calificados y estos hombres podrían haber trabajado en cualquier lugar de Gran Bretaña suponiendo un potencial peligro”, a la vez que advirtió que “un libro de registro es un documento requerido por la ley, y hacer entradas falsas es, sencillamente, un delito penal”.

Aviso a navegantes

El funcionario británico fue contundente en su conclusión. “Examinaremos con mucha atención todos los registros disponibles sobre la experiencia aportada por los buzos que quieran ingresar a un curso de campana cerrada. Esperamos que este caso, a su vez, reduzca la probabilidad de cometer más delitos de este tipo. En caso de repetirse, los infractores se enfrentarán a graves consecuencias penales”.

 

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