Sanción administrativa en una limpieza de fondos por incumplir las normas de seguridad
Sanción administrativa a Promemar por incumplir las normas de seguridad en una limpieza de fondos
La Secretaría de Estado de Transportes y Movilidad Sostenible ha confirmado una sanción de 5.000 euros impuesta a la Asociación Promemar, Proyectos Medioambientales Marinos, por no cumplir con la normativa de seguridad durante una limpieza de fondos marinos realizada en 2021.
El 6 de abril de 2022, la Capitanía Marítima de Santa Cruz de Tenerife inició un expediente administrativo sancionador contra la Asociación Promemar por varios incumplimientos en la normativa. La resolución fue ratificada el 6 de marzo de 2023 por el Director General de Marina Mercante, imponiendo la multa de 5.000 euros.
La sanción se fundamenta en la falta de supervisión adecuada de las actividades del coordinador de seguridad, una medida esencial para garantizar que las condiciones de seguridad se mantuvieran durante las operaciones de limpieza. Este incumplimiento constituye una infracción grave según lo estipulado en el artículo 307.3.n) del Real Decreto Legislativo 2/2011, de 5 de septiembre.
Historial de incidentes
Según reza en el informe del juez facilitado a SubaQuatica Magazine, “desde 2020, la Guardia Civil, a través de su Grupo de Especialistas en Actividades Subacuáticas (GEAS), ha estado monitoreando las actividades de la Asociación Promemar. Durante este periodo, se han recibido numerosas quejas de distintos sectores del buceo, tanto profesional como recreativo, debido a los métodos empleados por Promemar en la retirada y recogida de residuos”.
Los informes indican que la asociación ha operado en entornos no permitidos y peligrosos, poniendo en riesgo la seguridad de los buceadores recreativos y la navegación. Estas actividades, documentadas en plataformas de redes sociales como YouTube, Instagram, Facebook y Twitter, muestran prácticas que exceden las capacidades permitidas para buceadores recreativos.
La defensa de Promermar
La reciente resolución emitida por el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil ha identificado varias infracciones durante una operación de Promemar. Estas incluyen “el uso de herramientas y equipos no autorizados, como globos elevadores y cabos, para el izado de residuos pesados; acceso a espacios confinados y peligrosos sin medidas de seguridad; retirada de objetos del interior de un pecio sin autorización; falta de equipo necesario para los buceadores, incumpliendo el Real Decreto 550/2020; y labores reservadas para buceo profesional con titulaciones recreativas”, cita el documento.
Promemar, asociación dedicada a limpiezas de fondos marinos, se defiende argumentando que algunos de sus buzos poseen titulación profesional y están capacitados para operaciones de reflotamiento de objetos pesados. En sus declaraciones, enfatizan que estas tareas deben ser ejecutadas por profesionales y siempre con seguridad y competencia.
"El día de la infracción no estábamos realizando una limpieza de fondos, sino preparando la basura para su retirada al día siguiente", explica Promemar
El día de la infracción, “no se estaba realizando una limpieza de fondos, sino preparando la basura para su retirada al día siguiente. Este procedimiento, a 20 metros de profundidad, evitaba la descompresión, crucial para los buceadores”, explica Promemar.
Promemar destaca que es más seguro trabajar en el fondo que subir y bajar constantemente. Esta afirmación se basa en su experiencia en numerosas operaciones autorizadas por la Capitanía Marítima de Tenerife, aunque en esta ocasión no contaban con autorización. Subrayan que siempre operan con las autorizaciones necesarias en sus limpiezas, pero que esta actividad no constituía una limpieza formal.
Su defensa se basa en que manipular basura pesada con las manos es más peligroso que usar herramientas especializadas, como globos elevadores. No piden realizar tareas peligrosas, sino establecer una normativa clara para la limpieza submarina que contemple el uso seguro de estos equipos.
Promemar está preparando un documento sobre las mejores prácticas en limpieza de fondos marinos, para garantizar operaciones de buceo seguras
Promemar está elaborando un documento sobre las mejores prácticas en limpieza de fondos marinos, buscando colaboración con otras asociaciones y administraciones para garantizar operaciones seguras y eficientes, protegiendo tanto a buceadores como al medio ambiente. La resolución que desestima su recurso de alzada, interpuesto el 13 de abril de 2023, ha sido mal recibida por Promemar, que planea presentar sus alegaciones ante un juez, esperando que se reconozca la necesidad de regulaciones que reflejen los desafíos de
Los profesionales evalúan estas prácticas “intrusistas”
Las limpiezas de fondos marinos, especialmente en áreas portuarias y aquellas en las que se extraen de residuos de gran volumen, generan controversia debido a las preocupaciones sobre la seguridad de los buceadores y las responsabilidades de las administraciones públicas.
El colectivo de buzos industriales o comerciales opina que las asociaciones no profesionales, en muchos casos, incumplen la normativa y realizan prácticas que constituyen intrusismo profesional. Señalan que las actividades subacuáticas son inherentemente riesgosas y están reguladas por normativas de seguridad que establecen requisitos específicos y distintos para buceadores recreativos y comerciales. Los buceadores comerciales deben tener formación y titulación adecuada para evaluar y manejar los riesgos asociados con sus trabajos, algo que no se exige a los buceadores recreativos.
Los profesionales del buceo destacan que la ley impide que las acciones voluntarias sustituyan a las administraciones públicas en sus funciones, y critican que algunas limpiezas voluntarias puedan estar encubriendo intrusismo laboral y beneficiando a las administraciones ante posibles incumplimientos de sus obligaciones. Consideran que estas prácticas son de dudosa legalidad y que algunas instituciones públicas son cómplices de estos incumplimientos.
Además, los profesionales señalan que, si bien es positivo que los buceadores recreativos recojan basura ligera, la extracción de materiales pesados conlleva riesgos significativos que deben ser manejados por profesionales capacitados. Estas operaciones requieren formación en prevención de riesgos laborales y una planificación adecuada.
También se alerta sobre los riesgos para los buceadores recreativos que operan en puertos y la posibilidad de que las aseguradoras depuren responsabilidades en caso de negligencia temeraria. Se recuerda que las autoridades portuarias tienen la obligación de recoger residuos según la normativa internacional y se cuestiona si las limpiezas voluntarias están siendo utilizadas para evitar sanciones en auditorías.
En general, los profesionales coinciden en que existe intrusismo profesional en las limpiezas de fondos y que estas prácticas reflejan una falta de implicación de las administraciones con el sector del buceo profesional, a pesar de los esfuerzos de este por mejorar la normativa y las condiciones laborales. Valoran positivamente la labor del voluntariado en la protección del medio marino, pero subrayan la necesidad de seguir protocolos profesionales para la extracción de materiales pesados.
Es necesario un protocolo de actuación para realizar las limpiezas de fondos de manera segura
Los profesionales del buceo deportivo consideran esencial seguir un protocolo específico para las limpiezas de fondos marinos, dadas las preocupaciones sobre la seguridad y la eficacia de estas operaciones.
Desde DAN Europe se sugiere establecer normas específicas que regulen las tareas y profundidades según las titulaciones de los buceadores. Se considera más sensato organizar jornadas de limpieza en zonas habituales de buceo deportivo o recreativo que estén mal conservadas.
La Red de Vigilantes Marinos prioriza la implementación de un protocolo de seguridad para evitar que se extraigan residuos que puedan poner en riesgo a los buceadores. En sus jornadas, identifican los objetos voluminosos y notifican a las autoridades para su extracción profesional. En sus declaraciones a esta revista, Promemar se ha mostrado de acuerdo con estas afirmaciones y quiere proponer un protocolo de actuación para extremar la seguridad que evite cualquier indicio de intrusismo.
Directrices del protocolo
1.-Categorización de residuos hallados: Es crucial identificar de dónde proviene la basura y cómo llega al mar. Los voluntarios no solo encuentran botellas y bolsas de plástico, sino también materiales pesados como carritos de la compra, bicicletas, cubiertas de caucho e incluso coches. Todo esto debe ser categorizado cuidadosamente durante el muestreo realizado por los buceadores voluntarios, considerando aspectos como la definición de la basura y el tiempo que los restos llevan en el fondo marino.
2.-Base de Datos y Análisis Científico: Una vez analizado el fondo, se debe realizar una evaluación de los residuos. Esta información debe enviarse a la Administración competente, a través de biólogos o técnicos de medio ambiente que hayan participado en la acción. Aspectos como el origen de la mayor parte de la basura (lugares anexos al fondo, desagües o emisarios) serán de especial relevancia para la preservación del fondo marino.
3.- Extracción segura de basura: La categorización de la basura permite actuar con seguridad en su extracción. Los voluntarios pueden llevar a la superficie basura ligera como plásticos, botellas de vidrio y bolsas. Por el contrario, los restos voluminosos y pesados, como carritos de la compra, bicicletas o electrodomésticos, deben ser extraídos por buzos comerciales, utilizando herramientas de elevación y coordinándose para garantizar la seguridad. No todo lo que parece basura debe ser extraído, ya que algunos objetos voluminosos pueden convertirse en arrecifes naturales, proporcionando hábitats a especies marinas.
4.-Trabajo de sensibilización y educación: Las acciones, procedimientos y resultados de estas limpiezas deben utilizarse para realizar campañas de concienciación ciudadana. Estas campañas deben enfocarse en la preservación del medio ambiente y en educar a la población sobre la importancia de mantener los fondos marinos limpios.
Conclusión
La conservación y protección de los fondos marinos debe depender de acciones coordinadas y bien ejecutadas. Aunque el número de limpiezas está aumentando, es crucial enfocarse en la calidad de estas intervenciones, priorizando siempre la seguridad y la adecuada gestión de los residuos. La implicación de todos, desde profesionales del buceo hasta voluntarios, es esencial para garantizar un impacto positivo y sostenible en el medio marino.