NCCD: un sistema de asistencia para la reanimación cardiopulmonar

Nui Compact Chest Compression Device

Un paro cardíaco repentino e inesperado es una afección en la que el corazón deja de latir repentinamente. La causa inmediata de esta afección suele ser un ritmo cardíaco anormal que condiciona las constantes vitales y en el que la actividad eléctrica del corazón se vuelve caótica.

Esto provoca la pérdida de la capacidad del corazón para bombear sangre. Las muertes por fallos cardiacos súbitos (Sudden Cardicac Death, en inglés) ocurren repentinamente y, a menudo, con escasos síntomas previos.

Formación y medios

La principal causa de una insuficiencia cardíaca son las enfermedades coronarias. El paro cardíaco repentino es un importante problema de salud pública mundial, que representa hasta el 20 por ciento de las muertes en la sociedad occidental.

Una reanimación cardiopulmonar (RCP) rápida y efectiva, combinada con el uso de un desfibrilador externo automático (DEA) son esenciales y mejoran las probabilidades de supervivencia de la persona afectada.

Sin una buena RCP después de un paro cardíaco, puede producirse un daño cerebral irreversible después de solo 5 minutos. La probabilidad de supervivencia disminuye en aproximadamente un 10 por ciento cada minuto desde el inicio del paro cardíaco si no se aplica un tratamiento.

En el ámbito del trabajo (y el sector del buceo comercial no es una excepción) hay una falta de conocimientos y formación en primeros auxilios y reanimación, al igual que poca disponibilidad de un DEA en el lugar de trabajo.

Las estadísticas en este sentido son bastante claras. Solo entre el 10 y el 15 por ciento de los pacientes con paro cardíaco sobreviven en accidentes cardiovasculares producidos en el ámbito laboral.

El corazón y el buceo

Los buzos de saturación viven y trabajan en pequeños compartimentos compactos, bajo presión hiperbárica, utilizando campanas de buceo y cámaras hiperbáricas.

El espacio en las campanas y cámaras de buceo es muy limitado y la RCP manual es un desafío y, en algunas situaciones, una maniobra casi imposible.

Existe la necesidad de realizar compresiones torácicas mecánicas durante la RCP en general, así como en los compartimentos hiperbáricos. Recientemente, un contratista submarino perdió un buzo debido a un paro cardíaco mientras trabajaba en el lecho marino.

Es bien sabido en la industria que es muy difícil realizar RCP en compartimentos cerrados estrechos como campanas de buceo.

La edad promedio de los buzos de gran profundidad está aumentando, y esto conlleva un mayor riesgo de sufrir un paro cardíaco, que es una de las razones por las que se impulsó al equipo a comenzar esta investigación.

El Dr. Graham Johnson, consultor de medicina de emergencia en el Hospital Universitario de Derby y Burton (UHDB), explicó que “existe una prevalencia cada vez mayor de paro cardíaco en la comunidad del buceo, que tiene una edad promedio en aumento, por lo que vamos a buscar formas más efectivas de administrar RCP en este pequeño espacio.

Si un buceador experimenta un paro cardíaco mientras la campana está en el fondo del océano, puede tomar hasta 45 minutos para que la campana sea izada de regreso a la superficie, por lo que desarrollar estas pautas mejoradas es realmente importante”.

Hasta la fecha, el equipo liderado por el Dr. Johnson ha llevado a cabo un estudio en el que se ha probado una amplia variedad de formas de aplicación de la RCP, incluidos los métodos recomendados actualmente para administrar compresiones torácicas con la rodilla y la cabeza.

Igualmente, incorporaron al estudio un nuevo equipo que usa gas comprimido para administrar compresiones torácicas. Los primeros resultados fueron positivos.

“Una compañía llamada NUI con sede en Noruega desarrolló una máquina que administra compresiones torácicas utilizando gas comprimido, ahorrando un valioso espacio dentro de la campana, pero también está demostrando ser mucho más efectivo que administrar compresiones manualmente como lo haría en cualquier circunstancia normal. Esperamos que esto pueda generar algunas mejoras reales”, concluyó el especialista.

“En saturación toda ayuda es bienvenida” – Arístides Sánchez Najarro, buzo comercial especializado en operaciones en saturación

Cuando hablamos de saturación, hablamos de uno de los buceos más técnicos que se practican. Los buzos que trabajamos en esta especialidad conocemos bien las dificultades que conlleva recibir asistencia médica cuando desarrollamos nuestro trabajo.

El medio en el que desempeñamos nuestra profesión y el alto riesgo, hacen que los conocimientos en primeros auxilios sean un imperativo.

Bien es verdad que hay un doctor de consulta en cada operación y un enfermero en cada barco, en caso de accidente, las primeras manos que atenderán a un buzo siniestrado serán siempre las de un compañero del equipo.

De ahí que uno de los requisitos obligatorios dentro de la formación de equipos para la saturación sea que uno de los miembros del equipo, ( ya sea de dos o tres hombres por campana), posea la titulación de Diver Medic Technician (D.M.T.).

Esto garantiza que haya una mejor respuesta ante accidentes durante el desarrollo de las operaciones de buceo. Y más teniendo en cuenta que el accidentado tardará días en llegar a superficie debido a los procesos descompresivos que debemos cumplir, con todos los problemas que eso puede acarrear ante un accidente grave.

Por norma general, siempre suele haber alrededor un 80 por ciento de miembros del equipo con dicha formación.

El dispositivo que propone la firma NUI resulta especialmente adecuado para buzos en saturación, dado que al atender a un compañero inconsciente al que hay que aplicarle masaje cardíaco, la posición en la que se opera al accidentado es vertical, haciendo que las vías respiratorias del mismo tiendan a estar cerradas por la posición inclinada de la cabeza.

A pesar de tener la opción de usar un collarín para abrirlas, el hecho de poder utilizar este dispositivo te da la ventaja de actuar sobre sus vías aéreas con más eficiencia, así como solventar otros posibles daños del accidentado, como hemorragias o fracturas, que pueden agravar la situación.

A lo largo de mi carrera profesional me he visto envuelto en bastantes incidentes de atención con primeros auxilios. Cualquier dispositivo que ayude a realizarlo puede marcar, sin lugar a dudas, la diferencia entre la vida o la muerte del accidentado.

El NCCD de NUI

La compañía noruega NUI ha desarrollado el sistema NCCD (Nui Compact Chest Compression Device), un dispositivo de compresión torácica compacto y liviano que puede sustituir la compresión torácica manual durante la maniobra de reanimación.

El NCCD está diseñado y probado para su uso en campanas de buceo y cámaras hiperbáricas. El NCCD funciona con gas comprimido, un elemento común en el sector del buceo.

No contiene partes eléctricas y se ha probado su funcionamiento en una atmósfera de helio a una profundidad de 300 msw. El NCCD (unidad de compresión) también funciona mientras esté sumergido bajo el agua. El dispositivo se controla manualmente liberando gas presurizado en la unidad de compresión.

El usuario debe tener un buen conocimiento de la RCP manual para poder utilizar el NCCD, pero no se requiere una formación especial.

El dispositivo está equipado con correas de transporte (correas rojas) que se pueden utilizar para transportar al paciente por una distancia corta.

El NCCD ha sido desarrollado con el apoyo de compañías del sector offshore como GASSCO, Equinor, Vår Energi, AkerBP, Subsea 7, TechnipFMC e Innovation Norway, que han probado el dispositivo en operaciones de buceo de gran profundidad.

Más información en www.nui.no/nccd

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