“Las exigencias del buceo que realizamos requieren que trabajemos y nos formemos con los estándares más altos posibles”

“Las exigencias del buceo que realizamos requieren que trabajemos y nos formemos con los estándares más altos posibles”
En los fondos de rías, embalses y puertos gallegos trabajan a diario los buzos del Grupo Operativo de Actividades Subacuáticas (GOAS) de la Unidad de Policía Nacional Adscrita a la Xunta de Galicia.
Su misión va mucho más allá del buceo: rescates, inspecciones, búsqueda de pruebas o retirada de objetos peligrosos forman parte de una rutina exigente que combina disciplina policial y técnicas de buceo profesional.
En ese escenario de máxima preparación, Silvia Fontán Paz (Pontevedra, 1981) es uno de los rostros visibles de una nueva generación de agentes que se han abierto camino en un ámbito históricamente masculino. Su presencia refleja un cambio en la cultura operativa de estas unidades y el reconocimiento del papel que las mujeres pueden desempeñar en tareas de alta especialización y riesgo.
Con ella conversamos para conocer cómo es el día a día en el GOAS, qué formación exige esta labor y cuáles son los retos de bucear para proteger y servir.
P.- ¿Cómo fue tu primer contacto con el buceo? ¿Hubo alguna influencia familiar que te llevara hacia esta carrera?
R.- En septiembre de 2021, mis compañeros del grupo de buceo del trabajo me animaron a realizar un bautismo con ellos en una de sus prácticas en aguas confinadas. Esa primera inmersión, se convirtió en realidad en mi curso de buceo con equipo autónomo.
Luego, siguieron treinta cursos y más de 250 inmersiones aproximadamente hasta el día hoy. Antes de mi primera inmersión solo había realizado unas apneas en la playa.
La verdad es que no ha habido ninguna influencia familiar. Más bien ha sido al revés. Después de iniciarme en el mundo del buceo, personas de mi entorno familiar se interesaron en esta práctica, obteniendo la certificación Open Water Diver (OWD).
El buceo desde siempre me había llamado la atención. Era una tarea pendiente a realizar y cuando tuve la oportunidad, me lancé a la piscina.

¿Dónde y cómo fue tu primera formación específica en buceo?
Ha sido en el propio grupo al que pertenezco, en el GOAS. He recibido formación en primera instancia de nuestro jefe de equipo, que por entonces (hablamos de septiembre de 2021) era el único instructor de buceo que tenía la unidad.
La formación consistió en una fase de conocimientos teóricos-prácticos; una segunda fase en aguas confinadas y por último prácticas en aguas abiertas (en el mar y en río).
¿Qué capacitaciones adicionales has realizado y qué especialidades has adquirido a lo largo de tu carrera?
Esa formación me abrió las puertas a capacitaciones más especializadas y complementarias. De esa forma, durante el año 2023 me formé en buceo profundo; intervenciones en ríos, riadas e inundaciones; buceo técnico; búsqueda y recuperación y buceo de seguridad pública.
En 2024 continué completando especialidades, como buceo con Nitrox avanzado y configuración Sidemount.
Desde febrero de 2025, soy instructora de buceo de cinco especialidades, y en junio de este mismo año también completé junto a mis compañeros de unidad el curso de formación en buceo profesional impartido por el IGAFA.
¿Has tenido algún referente a lo largo de tu etapa como buzo, incluso desde la formación?
Desde que comencé mi andadura en el buceo, he aprendido de la forma de trabajar de otros profesionales. Por ejemplo, del personal de la Unidad de Buceo de la Armada.
También del instructor de buceo y docente del IGAFA, Óscar Figueiro, por su carácter metódico, sobre todo en la planificación y en materia de seguridad.
Pero sin lugar a dudas, mi referente ha sido el primer instructor que tuve, mi compañero y jefe de equipo José María Fernández Peña. Logró trasmitirme su pasión por el buceo y me mostró su disposición y su capacidad de impartir el conocimiento necesario para realizar nuestro trabajo dentro y fuera del agua de una forma segura.
Como mujer en un campo dominado tradicionalmente por hombres, ¿has enfrentado algún tipo de desafío o trato diferente?
En mi grupo siempre se han asegurado de incluirme por completo. Me siento plenamente integrada, sobre todo al trabajar en equipo durante la planificación de las inmersiones previas al buceo.
¿Cómo describirías tu relación con tus compañeros y superiores dentro del entorno policial?
Muy buena, como he dicho, me siento integrada por completo. Tengo que añadir que mi relación laboral con ellos viene de antes de la creación del grupo de buceo, por lo que ya nos conocíamos y simplemente tuve que adaptarme al trabajo subacuático.
¿Qué valoración haces de que estas unidades de los cuerpos de seguridad se especialicen cada vez más y adopten protocolos de seguridad y operatividad con estándares altos?
Sencillamente me parece algo básico. Las condiciones de trabajo en muchas ocasiones son difíciles y complejas, así como el material que utilizamos, que requiere de unos conocimientos y capacidades técnicas muy altas.
No entendería que fuera de otra manera. Se necesitan unos estándares de formación muy altos, y por ende, los protocolos además deber contener un carácter imprescindible con líneas de trabajo acorde a las exigencias del buceo que realizamos.

¿Qué aspectos consideras que hay que mejorar para que haya aún más presencia de mujeres en el campo del buceo profesional?
Creo que la información está más presente en nuestras vidas que nunca y especialmente en las nuevas generaciones. Creo que sería necesario más publicaciones al respecto que contengan información detallada.
Yo me encuentro a muchas personas que se sorprenden al verme realizar mi trabajo, o simplemente por el hecho de conocer de la existencia de una mujer en el sector.
Finalmente, ¿qué consejos darías a los jóvenes, especialmente a las mujeres, que estén considerando una carrera en buceo profesional?
Les diría que confíen en ellas mismas, en sus capacidades, que no dejen que los prejuicios o los miedos las frenen y les hagan pensar que no pueden lograrlo.
El buceo profesional y particularmente el buceo de seguridad pública es muy exigente, requiere encontrarse comprometida, disciplina y buena condición física, pero también ofrece una enorme satisfacción personal y profesional.
Mi consejo es que se formen lo mejor posible tanto en la parte técnica, física y mental, puesto que la seguridad es base fundamental de este trabajo que, por cierto, no depende de individualizaciones sino de un equipo.
Cada vez somos más mujeres en este sector, simplemente porque un día decidimos dar el primer paso. ¿Por qué no van a poder hacer lo mismo?
