La soldadura subacuática, una profesión al alza que requiere capacitación especializada
La soldadura subacuática requiere conocimiento y entrenamiento certificados
La soldadura subacuática es una especialidad esencial en diversas industrias marinas que requieren mantenimiento, reparación y construcción de estructuras bajo el agua. Se trata de una materia extremadamente técnica, que precisa una habilidad específica por parte de los buzos comerciales.
Esta habilidad exige un programa de entrenamiento especializado y una práctica constante, que debe ser continua durante toda la carrera de los profesionales subacuáticos. Cuando se habla de las regiones con mayor demanda de soldadores subacuáticos, debemos considerar la actividad de algunos sectores íntimamente relacionados con la industria submarina.
Regiones como el Golfo de México o el Mar del Norte, especialmente en países como Noruega, Alemania y el Reino Unido, son destacadas por la intensa actividad en la industria del petróleo y gas o los parques eólicos marinos.
El sudeste asiático, de igual forma, actualmente cuenta con un crecimiento significativo en exploración y producción de recursos marinos. Otro ejemplo es Australia, que por su extensa industria marina y proyectos de energías renovables, actualmente ofrece salarios competitivos y oportunidades debido a la concentración de actividades industriales offshore.
Los principales puertos a nivel internacional, donde existe un tráfico marítimo importante, son puntos activos de reparación y mantenimiento de buques, que requieren de forma continua de trabajos de soldadura subacuática.
En este reportaje periodístico, elaborado en colaboración con el reconocido instructor de buceo comercial Ricardo Soares, de M6 Subsea Training, ofrecemos algunas claves para desarrollar una carrera como soldador subacuático, atendiendo a las normativas y estándares internacionales que marcan la capacitación de primer nivel.

Una especialidad muy demandada a nivel global y una profesión en alza. La soldadura subacuática
Los soldadores submarinos son profesionales solicitados en múltiples actividades que se desarrollan en el entorno marino. La industria del petróleo y gas, por ejemplo, requiere de forma recurrente trabajos de soldadura en la construcción y mantenimiento de plataformas offshore, oleoductos o los sistemas de tuberías. Igualmente, el sector de las energías renovables marinas demanda este tipo de operaciones, sobre todo en la instalación y mantenimiento de los parques eólicos.
Es el caso también de la construcción naval, principalmente en la reparación y mantenimiento de buques. Por su parte, las infraestructuras marinas costeras, como puentes, muelles, pantalanes y otras estructuras precisan mantenimientos periódicos que pueden requerir soldadura subacuática.
Uno de los sectores quizás menos extendidos, pero donde existe una demanda importante de soldadores es el del salvamento o rescate, fundamentalmente cuando se llevan a cabo tareas de recuperación de buques y estructuras requieren soldadores cualificados y con experiencia, no solo en soldadura subacuática sino también en corte submarino.
La industria del petróleo y gas o el del salvamento o rescate, son dos de las áreas de trabajo donde más se demanda el trabajo de los soldadores submarinos.
En esta área podemos destacar el ‘decommissioning’ o desmantelamiento de estructuras oceánicas como plataformas y tuberías, bien cuando cesan su actividad o cuando se produce algún incidente. Esta demanda, además, es constante y se encamina sobre todo a la búsqueda de buzos cada vez más cualificados.
El envejecimiento de las infraestructuras, junto con la expansión de proyectos en alta mar, impulsa la necesidad de estos profesionales, aunque las perspectivas de empleo para los soldadores en general se mantienen estables, la soldadura submarina presenta una dinámica diferente, con oportunidades significativas en diversas regiones del mundo.
Las buenas oportunidades están destinadas a buzos comerciales que manejan habilidades diversas, entre ellas la soldadura subacuática. Una buena herramienta, aparte de la habilidad y experiencia, debe ser la capacidad de dominar otros idiomas, lo que facilita mucho la posibilidad de participar en proyectos dentro de este sector. Algunas de las razones incluyen una expansión del sector de la industria energética offshore.
El desarrollo de nuevas plataformas y parques eólicos marinos requiere soldadores subacuáticos para su construcción y mantenimiento, a pesar de que esto se dé en menor medida. El desarrollo de energías renovables marinas y la inversión en energías limpias en el entorno marino también contribuye al aumento de la demanda, principalmente después de la pandemia.
Sin duda el mantenimiento de infraestructuras envejecidas que necesitan de reparaciones y un cuidado permanente es donde existe la mayor demanda en este sector, lo que incrementa la demanda de estos profesionales. Otro punto importante es el crecimiento del comercio marítimo.
El aumento en el tráfico naval implica una mayor necesidad de mantenimiento y reparación de embarcaciones. Este incremento implica mayor posibilidad de accidente marítimo, a pesar de que la tecnología relacionada con la seguridad en la navegación ha aumentado de manera exponencial.

La carrera de soldador subacuático
La soldadura subacuática no solo ofrece una buena apuesta laboral para los buzos con habilidades destacadas, sino que también promete una tasa de empleabilidad muy alta para aquellos con la experiencia adecuada. Esta modalidad de trabajo no solo es atractiva por la variedad de oportunidades que ofrece, sino también por las cuantías que pueden llegar a alcanzar los salarios.
Los ingresos, sin embargo, pueden variar significativamente dependiendo de la trayectoria profesional, la región geográfica y la complejidad de los proyectos. El primer paso para iniciar una carrera como soldador submarino es obtener un título de buzo profesional. El buceo comercial es una actividad exigente, que requiere habilidades para realizar tareas físicas en condiciones hiperbáricas y a menudo extremas.
Tras obtener la titulación necesaria, el próximo paso es especializarse en soldadura y corte subacuáticos en un centro de formación especializado, donde se desarrollarán las habilidades necesarias para esta profesión. A la hora de elegir un centro de formación, es crucial considerar varios factores importantes:
- La Evaluación del Programa Formativo: es esencial verificar que el programa del centro cumpla con los estándares de calidad y seguridad marcados por las normativas internacionales vigentes. La carga teórica y el programa de prácticas de campo deben estar no solo alineados con estos estándares, sino también diseñados para cubrir exhaustivamente todas las competencias necesarias.
- Welding Procedure Specification (WPS): El centro debe seguir un ‘Procedimiento específico de soldadura’ reconocido por una entidad clasificadora. Este documento técnico especifica cómo deben realizarse los procesos de soldadura para cumplir con los estándares de calidad, seguridad y requisitos específicos. Estos procedimientos están basados en normas internacionales de entidades como la American Welding Society (AWS) y la American Society of Mechanical Engineers (ASME).
- Currículo Formativo: El contenido del curso debe abordar tanto aspectos teóricos como prácticos de la soldadura subacuática, incluyendo cuestiones como los principios de la soldadura subacuática, tanto en técnicas húmedas como secas; los tipos de materiales y electrodos utilizados bajo el agua, los equipos de soldadura disponibles en el mercado, las normativas de seguridad vigentes y controles de calidad o las técnicas y procedimientos aplicados en soldaduras subacuáticas, incluyendo ensayos relevantes sobre el tema. La fase práctica del curso debe permitir a los estudiantes aplicar lo aprendido en ejercicios reales de soldadura submarina en entornos simulados. Esto incluye el uso de diversos tipos de electrodos, de materiales a soldar y la práctica de soldadura en varias posiciones submarinas, preparando así a los buzos para enfrentar los desafíos reales de la profesión.
Homologarse en soldadura subacuática
Uno de los factores clave en el proceso de formación es la profundidad a la que se realizan los entrenamientos de soldadura. Los buzos profesionales que aspiren a especializarse en soldadura y homologarse con una sociedad clasificadora deben tener en cuenta que la profundidad a la que se realizan los ensayos determina la profundidad máxima que abarcará esa certificación obtenida.
Un entrenamiento de soldadura a uno o dos metros difícilmente capacitará a un alumno para superar las pruebas que exigen estas entidades. En este sentido, también hay que tener en cuenta los materiales que se utilizan durante el entrenamiento.
Estos deben ser de calidad y de diferente naturaleza. Soldar con retales de metal elegidos al azar no garantiza un aprendizaje que conduzca a una especialización técnica sólida. Por estas razones, es esencial que la instrucción en la escuela refleje escenarios cercanos a las situaciones de trabajo reales, con profundidades considerables. Realizar una prueba ante una sociedad clasificadora asegura que la soldadura cumpla con los estándares técnicos requeridos.
Este exigente procedimiento se realiza en presencia de un inspector y los resultados deben pasar un control de evaluación. La pieza soldada en el examen debe superar un ensayo visual y varios ensayos en el laboratorio. En este último, se analizarán aspectos como la penetración de raíz y la resistencia mecánica de la soldadura. Si la pieza cumple con todos los requisitos establecidos por los estándares aplicables, el candidato recibirá su homologación.

Las entidades que emiten estas certificaciones (no todas las sociedades clasificadoras tienen esa capacidad) determinarán su categoría según los resultados del ensayo. Así, el buzo podrá obtener una certificación como soldador ‘clase A’, ‘clase B’ o ‘clase O’. Esta certificación es fundamental y exige una práctica constante para mantener las habilidades y el propio certificado. Una vez que el buzo obtiene la certificación con reconocimiento internacional, se le abre un escenario laboral lleno de grandes oportunidades.
Experiencia previa
Para los soldadores que ya tienen experiencia bajo el agua, el enfoque del entrenamiento se centra en el perfeccionamiento de técnicas avanzadas y la realización de pruebas de soldadura en posiciones complejas, como la 4F o la 4G. “Este tipo de entrenamiento especializado es crucial para desarrollar la destreza necesaria para manejar las variadas y, a menudo difíciles, situaciones que se encuentran en el ambiente subacuático”, explica Ricardo Soares, fundador e instructor del centro de entrenamiento de buzos comerciales M6 Subsea Training, donde desarrollan este tipo de formación.
“Para buzos con determinada experiencia, se puede realizar un tipo de entrenamiento y una evaluación especifica para la certificación de soldador de bisel (Groove). Este tipo de soldadura es mucho más difícil y requiere de una experiencia previa y un entrenamiento más exhaustivo. El periodo de entrenamiento en estos casos puede durar entre 10 a 15 días y es ideal para aquellos buzos experimentados que quieren obtener su certificación con una sociedad clasificadora”, señala Soares. Una pregunta frecuente entre aquellos interesados en formarse en soldadura submarina es si la experiencia previa como soldadores en seco es beneficiosa. La respuesta es que, aunque las técnicas de soldadura subacuática difieren significativamente de la soldadura en seco, estar experimentado en ella puede proporcionar una base sólida sobre la cual construir nuevas habilidades especializadas.

En España, algunos programas de formación en soldadura para buzos profesionales, de alto nivel técnico, pueden extenderse hasta dos años. En estos casos, es común que los programas incluyan inicialmente una formación en soldadura en seco antes de pasar a técnicas subacuáticas. Esta transición metodológica puede ser enriquecedora siempre y cuando se realice con rigor y profesionalidad, ya que proporciona a los alumnos una comprensión integral de los principios de soldadura antes de enfrentar los desafíos específicos del entorno submarino.
Sin embargo, en contextos donde el objetivo es obtener la certificación de manera directa y rápida, comenzar con la soldadura en seco podría considerarse menos productivo debido a las diferencias marcadas en técnicas.
En estos escenarios, el entrenamiento debe ajustarse para maximizar la eficacia del tiempo dedicado a las técnicas específicamente subacuáticas. Es esencial volver a subrayar que para obtener la certificación como soldador subacuático, es imprescindible ser buzo profesional certificado y la posible experiencia como soldador en seco queda en un segundo plano en la carrera por alcanzar el rango de buzo soldador.
Normativas y estándares
La soldadura subacuática está regulada por normativas internacionales que buscan garantizar la calidad y seguridad de las operaciones y de los soldadores. Las más destacadas son dos. La primera es la AWS D3.6M titulada ‘Especificación para Soldadura Subacuática’ publicada por la American Welding Society, que establece los requisitos para la calificación de soldadores, procedimientos de soldadura y control de calidad en entornos subacuáticos.
La segunda a destacar es la norma ISO 15618-1 (2016) sobre ‘Ensayos de cualificación de soldadores’ para el soldeo bajo el agua, que en su primera parte trata el sobre ‘Soldeo húmedo hiperbárico’. Las sociedades clasificadoras aplican criterios a partir de estos dos estándares.
Además, existen otras normas específicas, que aunque no se refieren específicamente a la soldadura subacuática, complementan los requerimientos necesarios a la soldadura de estructuras, el posicionamiento o sus aplicaciones, como son la norma de cualificación para soldadores UNE-EN ISO 9606 y UNE-EN ISO 14732. Podemos encontrar otras normas establecidas por organizaciones como la American Society of Mechanical Engineers (ASME) y el American Petroleum Institute (API), que también son aplicables en contextos de soldadura subacuática.
Es fundamental que los profesionales en este sector se familiaricen y cumplan con estas normativas para asegurar la calidad y seguridad en sus operaciones. Aunque algunos países pueden exigir requisitos adicionales, no es la norma. La mayoría de los clientes, tanto en el sector offshore como en el naval, suelen exigir una cualificación conforme a estos estándares.

Evaluaciones clasificadas
Las evaluaciones realizadas por sociedades clasificadoras son evaluaciones técnicas realizadas por organismos reconocidos (como Lloyd’s Register, DNV GL, ABS o Bureau Veritas) para verificar que los trabajos de soldadura subacuática cumplen con estándares internacionales de calidad, seguridad y funcionalidad. Estas inspecciones son esenciales para garantizar la integridad de estructuras críticas como buques, oleoductos submarinos o plataformas petroleras, entre otras.
Dichos controles evalúan tanto la calidad del trabajo como la seguridad. Algunos aspectos clave que se auditan en estos procesos sobre la calidad de los trabajos son:
- Revisión de los procedimientos de soldadura (WPS – Welding Procedure Specification). Verificación de la integridad de las uniones soldadas mediante técnicas no destructivas (ultrasonidos, radiografías).
- Evaluación de la compatibilidad de los materiales y el cumplimiento de los códigos aplicables (como AWS D3.6M o ISO 9606, por ejemplo).
Por su parte, con respecto a los protocolos de seguridad, se atiende a los siguientes aspectos: Cumplimiento de protocolos de buceo y soldadura subacuática segura. Uso adecuado de equipos de soldadura subacuática y herramientas.

Dicho cumplimiento se asegura a través de los siguientes pasos:
- Revisión de la documentación técnica, como planes de soldadura, especificaciones de materiales y certificaciones de los soldadores.
- Verificación de la ejecución del trabajo, desde los procedimientos de soldadura hasta los protocolos de seguridad.
- Uso de Técnicas de ‘ensayo no destructivo’ para evaluar el resultado final de la soldadura.
- Verificación de las certificaciones que validan el cumplimiento de los estándares internacionales.
Si todo el proceso finaliza con éxito, las sociedades clasificadoras emiten un certificado que avala la calidad del trabajo. Estas certificaciones son esenciales, ya que demuestran la competencia profesional del soldador y garantizan que cumple con los estándares exigidos en soldadura subacuática. Además, incrementan la confianza de los clientes.
Por ello, muchas empresas y proyectos internacionales buscan soldadores certificados por organismos reconocidos. Esto abre un abanico de oportunidades laborales, no solo en el ámbito nacional, sino también en el mercado internacional. Estas certificaciones tienen validez global, permitiendo a los soldadores ejercer su profesión en diversos países y sectores, ampliando considerablemente sus posibilidades de desarrollo profesional.
Ricardo Soares – Instructor de M6 Subsea Training y Diver Pro Academy
“Buscar una escuela homologada, hacer la especialidad y desarrollar habilidades”
Mi recomendación para alguien que quiere iniciar la carrera de buzo es, en primer lugar, buscar una escuela que cuente con la homologación de alguna entidad de reconocimiento internacional, como la International Marine Contractors Association (IMCA), la Association of Diving Contractors International (ADCI), la Health and Safety Executive (HSE) o el Australian Diver Accreditation Scheme (ADAS). Posteriormente, para especializarse como profesional altamente cualificado en soldadura subacuática, es fundamental capacitarse en un centro especializado que cumpla con alguno de los estándares y códigos internacionales en esta materia, como el código AWS D3.6M aprobado por el American National Standards Institute o la norma ISO 15618, que regula el soldeo bajo el agua. En M6 Subsea Training, tomamos estos dos documentos como referencia para preparar a los profesionales del sector.
Un buzo soldador debe poseer una gran resistencia física y mental, la capacidad de concentrarse en condiciones de baja visibilidad, temperaturas frías y alta presión ambiental, además de estar familiarizado con los protocolos y procedimientos de seguridad y prevención de riesgos. Aunque no es imprescindible tener experiencia previa en técnicas de soldadura convencionales, como las realizadas con gas inerte de tungsteno (TIG) o gas inerte metálico (MIG y SMAW), contar con este tipo de habilidades puede facilitar el proceso de formación. La experiencia en soldadura en seco permite identificar fallos y realizar ajustes en parámetros como el amperaje, el voltaje o el posicionamiento de manera más eficaz.
Las empresas reconocidas por las clasificadoras son más competitivas
La soldadura subacuática es una disciplina altamente especializada dentro del buceo comercial, que combina conocimientos avanzados de metalurgia, habilidad manual y una comprensión profunda de las condiciones extremas del trabajo bajo el agua.

Esta labor no solo es técnicamente compleja, sino que además requiere que las empresas y los buzos que la realizan cuenten con homologaciones que avalen la calidad y seguridad de sus procedimientos. Un ejemplo de este desafiante proceso es el caso de Macpherson Servicios Subacuáticos, una empresa homologada recientemente en soldadura subacuática por Lloyd’s Register, una de las principales sociedades certificadoras a nivel mundial.
Según explica Daniel Macpherson, gerente de la empresa, la decisión de someterse al proceso de certificación surgió de la necesidad de atender solicitudes de soldaduras certificadas para buques y estructuras submarinas. Aunque no era un servicio altamente demandado, reconocieron que tener esta certificación podría abrir nuevas oportunidades de negocio a largo plazo. “No es un capítulo que sea especialmente demandado, pero preveíamos que íbamos a tener que hacer este trámite en algún momento”, explica Macpherson.
El camino hacia la homologación comenzó en 2021, con la adaptación de la infraestructura de la empresa. Para entrenar a su personal, fue necesario construir un tanque especializado que cumpliera con los requisitos técnicos para las prácticas de soldadura subacuática. Además, se realizó una preselección de los buzos más experimentados en soldadura dentro de la plantilla.
“No es un proceso fácil. Es costoso y ha tenido un periodo de duración de dos a tres meses. Pero merece la pena ya que garantizamos a los clientes servicios de la más alta calidad”
“Saber soldar y hacerlo con los estándares que exige una homologación son cosas muy distintas”, señala el gerente. Por ello, contrataron los servicios del centro de entrenamiento de buzos comerciales M6 SubseaTraining, quien evaluó el nivel de cada candidato y complementó su formación.
La homologación incluyó una evaluación exhaustiva tanto para los buzos como para la empresa. Durante el examen, los buzos debieron demostrar sus habilidades soldando en diferentes posiciones y con diversas configuraciones.

Estas soldaduras luego fueron sometidas a pruebas de laboratorio destructivas, donde las probetas debieron resistir tensiones extremas sin romperse por la zona de soldadura. Cuatro buzos de la compañía afincada en el Puerto de Santa María (Cádiz) participaron en la prueba, cada uno realizando dos posiciones diferentes, lo que minimiza el riesgo de que un fallo individual comprometiera la certificación del equipo completo. El proceso de homologación no solo fue técnica- mente exigente, sino también costoso.
La adquisición de equipamiento especializado, los consumibles y la dedicación de personal altamente cualificado implicaron una inversión significativa. “Es un camino que no ha sido ni fácil ni rápido, pero ha valido la pena. El periodo de entrenamiento y evaluación con la certificadora ha sido de entre dos y tres meses aproximadamente”, relata.
Con la homologación obtenida, Macpherson Servicios Subacuáticos se posiciona como una de las pocas empresas españolas que ofrece soldadura subacuática certificada en la industria submarina. Esta certificación les habilita para realizar trabajos en una amplia variedad de estructuras, como buques, centrales hidroeléctricas, pantalanes y refinerías.

La homologación también garantiza que puedan atender proyectos donde los seguros, las garantías o las normativas requieran estrictamente este tipo de certificación. “Pensábamos que este sería un servicio anecdótico, pero la demanda en los últimos meses ha superado nuestras expectativas”, comenta Daniel.
La homologación ha generado un repunte de trabajo y ha abierto nuevas oportunidades de negocio, consolidándose como una línea estratégica para la empresa. “Este proceso nos ha permitido no solo crecer como empresa, sino también garantizar a nuestros clientes que ofrecemos un servicio de la más alta calidad, respaldado por estándares internacionales”, concluye.