La COVID-19 y su incidencia en la aptitud médica de los buzos profesionales

FOTO: Servicios Técnicos Subacuáticos (STS España)

La COVID-19 y su incidencia en los buzos Comerciales

La COVID-19 es una enfermedad nueva, de la cual aún se desconoce mucho de su fisiología, fisiopatología y secuelas a largo plazo, datos a tener muy en cuenta en el caso de los buzos comerciales.

De acuerdo con los antecedentes, actualmente disponibles, los buceadores pueden presentar varios tipos de secuelas, entre ellas las pulmonares. Las normas internacionales americanas y europeas sobre el buceo post COVID-19, proponen que los buzos que han desarrollado la enfermedad y que cursan una sintomatología leve, deben suspender las actividades del buceo por un mes. Los que presentaron una enfermedad moderada, severa o requirieron hospitalización, requieren un descanso de 3 meses y una radiografía y/o tomografía de control, antes de reiniciar su actividad profesional (DMAC, 2020).

Sin embargo, se han descrito algunos casos que a los 3 meses continúan con lesiones pulmonares de “vidrio esmerilado” en sus estudios de Imagenología. Incluso se ha descrito algunos casos en los que después de 6 meses, los pacientes continuaron presentando alteraciones pulmonares. En estos casos, se estima que corresponderían a cuadros de fibrosis pulmonar post-COVID-19.

 

Ernesto Cuauhtémoc Sánchez, experto en Medicina Hiperbárica

Una de las secuelas tardías de la COVID-19 es la fibrosis pulmonar. Actualmente, se desconoce si la fibrosis puede alterar la mecánica pulmonar al respirar gases o mezcla de gases a presión. La actividad del buceo implica estar expuesto a presiones atmosféricas elevadas y respirar aire o mezcla de gases a diferentes presiones parciales de oxígeno. En un ambiente normobárico (presión atmosférica a nivel del mar), no existe una gran repercusión cuando el paciente logra mantener una saturación de oxígeno por arriba de un 92-94%.

Hay que considerar, sin embargo, que la fibrosis pulmonar en los buzos, puede condicionar una menor complacencia y/o elastancia pulmonar. Sería catastrófico que el buzo presentará una sobre distensión pulmonar y/o un neumotórax durante su actividad de buceo, que podría ocasionar un daño e incluso la muerte.

La COVID-19, es una enfermedad nueva que se va conociendo lentamente a nivel mundial, en la que se está probando la prevención primaria pero que no se cuenta aún con un tratamiento específico para ésta, ni para sus complicaciones, especialmente las pulmonares. Entre, las principales lesiones pulmonares ocasionadas por COVID-19 están: Barotrauma pulmonar, hipertensión pulmonar, lesión endotelial parahiliar, neumomediastino, neumopericardio y neumotórax. 

Por todo esto, es muy importante realizar los estudios de imagenología cada año y tener esto muy en cuenta tras padecer COVID-19 independientemente de la severidad de la enfermedad. Se han encontrado pacientes positivos a COVID-19 asintomáticos y con molestias leves que no requirieron oxígeno ni hospitalización, con daño en los pulmones.

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