Corte y Soldadura subacuáticas – Estudios de Francis Hermans
El corte y la soldadura en los trabajos bajo el agua
El buzo belga Francis Hermans ha publicado en los últimos años una serie de estudios sobre corte y soldadura bajo el agua que relevan los riesgos y la prevención de este tipo de trabajos
El corte térmico bajo el agua es una técnica de trabajo comúnmente utilizada por los buceadores desde hace más de un siglo, pero también es responsable de numerosos accidentes graves y mortales, cuya causa principal está relacionada con las explosiones.
La carencia de estudios acerca de esta problemática llevó al buzo belga Francis Hermans a realizar una serie de pruebas relacionadas con esta temática, recogidas a lo largo de los últimos años en una serie de publicaciones especializadas de libre difusión.
El primer estudio de este conjunto de trabajos lleva por título 'Cómo y cuánto hidrógeno se produce en el corte bajo el agua (2019)' y se puede consultar íntegramente en la plataforma digital www.academia.edu. Francis Hermans ha facilitado un resumen de este trabajo para su publicación en este número de SubaQuatica Magazine, con la ayuda de Diego Valentinuzzi para su correcta traducción.
Para conocer de una manera más profunda el sentido de sus estudios, hemos creído oportuno hacer una referencia previa a su última publicación al respecto del corte y soldadura bajo el agua. Esta lleva por título 'Explosiones de corte bajo el agua. Causas, Efectos, Consecuencias y Prevención (2019)' y a lo largo de la misma lleva a cabo una introducción sobre los riesgos para los buzos en los trabajos de corte y soldadura, para continuar haciendo un repaso de los conceptos básicos a tratar. El estudio está dividido en los cuatro grandes bloques que se definen en su título e integra conceptos básicos y ejemplos prácticos en los que identificar los riesgos para los buzos.
Las dos publicaciones mencionadas en esta introducción, serán el objeto del siguiente reportaje que presentamos a continuación a modo de resumen de ambos. Nuestro objetivo es dar a conocer los estudios de investigación de este prolífico autor y abrir la interesante biblioteca de consulta que Francis Hermans ha puesto al servicio de los buzos industriales en varios idiomas.
Riesgos del corte y la soldadura subacuática
Durante su trabajo de corte, los buzos comerciales tienen que sufrir con bastante frecuencia los efectos de pequeñas explosiones de gas, comúnmente llamadas pops o bang en su jerga técnica. Si bien estos efectos que generan estallidos son bastante dolorosos, no se pueden comparar con los generados por explosiones de grandes volúmenes de gas, que pueden llegar a tener consecuencias mucho más graves.
El objetivo del estudio 'Explosiones de corte bajo el agua. Causas, Efectos, Consecuencias y Prevención', no es otro que explicar de manera sencilla a los buzos estos conceptos relacionados con las explosiones ligadas al corte bajo agua, para que así puedan protegerse de estas situaciones de riesgo.
Y es que debemos tener en cuenta que a pesar de que el corte y la soldadura subacuática son operaciones que se realizan desde hace décadas, no hay grandes estudios teóricos sobre las reacciones físicas y químicas que se producen durante estos procesos, así como tampoco pruebas prácticas que nos ayuden a conocer las limitaciones durante los mismos. Además, los pocos artículos que existen son poco accesibles para el público en general.
Estas carencias deben ser cubiertas por una razón esencial, que no es otra que los grandes riesgos a los que se expone los buzos y que tienen su reflejo en los estudios sobre la siniestralidad en la industria del buceo comercial.
En referencia a las estadísticas que recogen datos de un período de 40 años y que han sido publicadas hace solo unos años, podemos ver que los accidentes fatales por explosiones vinculadas a cortes submarinos son relativamente altos. Un total de 33 accidentes registrados según el estudio 'Survey and analysis of fatal accidents in the commercial diving sector' (F. Hermans, 2016) están relacionados con trabajos de corte y soldadura bajo el agua, como puede verse en la Gráfico 1. A esta lista hay que sumar también las decenas de accidentes graves que no han sido identificados, así como los incidentes que tuvieron consecuencias menos graves y para los que no existen estadísticas.
Al observar los datos, nos damos cuenta de que el corte térmico bajo el agua (con gas o electrodos) es una actividad peligrosa que presenta altos riesgos. Por tanto, para limitar estos riesgos, cabe preguntarse si no sería prudente sustituir esta técnica por un método de corte en frío que se pueda realizar de forma remota generando pocas o ninguna chispa. Existen varias alternativas como pueden ser las que usan hilo de diamante, cizallas hidráulicas o chorro hidro-abrasivo, y que ya se utilizan con frecuencia. Pero también es cierto que estas herramientas no se pueden utilizar en todas las situaciones y, por lo tanto, el corte térmico aún no está listo para dejar de usarse. Si bien se han escrito muchos libros y documentos sobre explosiones submarinas, prácticamente todos se refieren únicamente a explosivos sólidos.
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¿Cómo se produce una explosión durante estos trabajos?
Para que se produzca una explosión, deben darse 6 condiciones que son: la presencia de un oxidante, un combustible y una fuente de ignición (estás tres están siempre presentes en un incendio). Además, el combustible debe estar confinado en un recinto en forma de mezcla de gas en suspensión y que los umbrales de concentración en oxígeno y el combustible sean propicios para explotar (Grafico 2).
Bajo el agua, el confinamiento puede darse en numerosas circunstancias y puede aparecer tan pronto como los gases residuales de corte (o soldadura) no puedan o hayan dejado de subir libremente a la superficie. Esto puede ocurrir en un naufragio, en un oleoducto, en pilas selladas, nudos tablestacas o cuando los recortes se hacen por debajo del nivel inferior, entre otras.
Con respecto a las explosiones submarinas, el combustible siempre está presente en forma gaseosa y puede provenir de los gases generados por el propio corte (hidrógeno y monóxido de carbono); por la descomposición orgánica en ciertos limos (metano,dióxido de azufre); por los hidrocarburos aún presentes en los restos del naufragio; durante el corte procedente de determinadas pinturas y productos; por los gases no quemados cuando se usa el soplete sumergido (propano o restos de gasolina) o los generados por los electrodos de soldadura, que son varios.
Analicemos brevemente algunos de los casos más frecuentes de gases generados por el corte, el uso del soplete o por los electródos:
Los gases que se generan durante el proceso de corte son el hidrógeno (H2) y monóxido de carbono (CO). Hemos de tener en cuenta que el hidrógeno es el gas más ligero. Es incoloro, inodoro, pero sobre todo es la más inflamable de todas las sustancias conocidas. Durante el corte, el hidrógeno se genera por la electrólisis del agua de mar y principalmente por termólisis o vaporización del agua, que luego provoca la fragmentación de las moléculas de agua en átomos de oxígeno e hidrógeno (Imágenes 1 y 2).
La mayoría de los manuales indican que la producción de hidrógeno durante el corte es bastante alta. Sin embargo, algunos análisis de los gases residuales que emanan del corte bajo el agua indican que el porcentaje de este gas es generalmente más bajo que el límite explosivo inferior. Esto se debe a que la cantidad de hidrógeno que se genera por el corte de cada centímetro cúbico de acero es bastante baja, pero también a que parte del gas producido tanto por electrólisis que por termólisis se enciende espontáneamente cerca de la fuente tan pronto como entra en contacto con una escoria incandescente. Esto no significa que no sean posibles las explosiones provocadas por hidrógeno.
En lo que respecta al CO, también es un gas muy explosivo producido durante el corte, pero sus proporciones son generalmente bastante bajas en este tipo de trabajos submarinos
En el caso del corte con un soplete de gas subacuático a poca profundidad, se observa que las llamas arden en la superficie del agua. Esto se debe al hecho de que los gases emitidos por la antorcha no siempre se queman por completo y luego se encienden por contacto con una escoria incandescente. La misma situación se puede encontrar en profundidad y el buzo podría ver pequeñas bolsas de gas no quemado que se encienden por encima de su corte. En algunas circunstancias, estos gases no encuentran ninguna escoria incandescente y luego ascienden a la superficie o a un espacio cerrado donde luego podrían confinarse y crear una situación peligrosa.
Cualquiera que sea el propósito de su uso (soldadura o corte), la combustión de este tipo de electrodo genera, a través de su recubrimiento y dependiendo de su diámetro, una cantidad significativa ( de 1,8 a 2,8 litros por electrodo) de diversos gases inflamables como hidrógeno, monóxido de carbono o metano, que, si están confinados, pueden mezclarse con el oxígeno presente en los gases exhalados por el buceador.
Los efectos producidos por una explosión de gas bajo el agua dependerán de una serie de factores como la energía potencial de la mezcla considerada; el porcentaje de gas combustible presente en la mezcla; el volumen de la carga de gas; la tasa de aumento de la presión de explosión y la profundidad del agua.
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Consecuencias para el buceador
Al principio del documento hemos visto cómo las explosiones vinculadas a cortes submarinos fueron responsables de un gran número de accidentes. Los efectos de la explosión pueden ser los causantes de las lesiones corporales que sufra el buceador, siempre teniendo en cuenta que a una distancia de 1 metro de la explosión (con una carga de 1 kg de TNT), lo que representa la explosión submarina es unas 80 veces mayor que la explosión en superficie.
La razón se debe al hecho de que el agua es aproximadamente 800 veces más densa y 10,000 veces menos compresible (1) que el aire y, por lo tanto, durante una explosión bajo el agua, el líquido circundante no absorberá la energía entregada por la explosión tan rápido como en el aire. En definitiva, una explosión bajo el agua es más peligrosa que una explosión al aire libre.
Sin embargo, la duración de la onda de choque primaria en el agua es más corta que el generado por una onda de aire. Esta característica es importante porque permite a los buceadores soportar presiones superiores a las producidas por una explosión fuera del agua.
Los efectos que los gases generan bajo el agua serán más o menos similares a los de una explosión sólida. Tras la ignición de la mezcla, el frente de llama se propaga en los gases y hace que este último explote, lo que tiene el efecto de aumentar la presión casi instantáneamente y al mismo tiempo genera una onda de presión que inmediatamente se propagará al agua a una velocidad de aproximadamente 1500 metros por segundo.
Debido a las altas temperaturas que prevalecen en los gases quemados, la propagación de las llamas va acompañada de una expansión de estos gases que forzarán el agua hacia el exterior, hasta el momento en que, debido a la inercia del agua, la presión del gas dentro de la burbuja sea menor que la presión hidrostática(2), propia de un cuerpo sumergido en un fluido. Esto luego hace que el agua colapse sobre la burbuja dando como resultado un aumento adicional de la presión y la creación de una nueva ola de presión. Luego, el mismo proceso se repite hasta que la presión vuelve al equilibrio.
Durante esta explosión, podemos ver que se generan de tres ondas de presión. La primera iniciada por la deflagración de la bolsa de gas, mientras que las dos siguientes son provocadas por las contracciones asociadas con la implosión de la burbuja de gas. Dichas ondas se pueden encontrar con tres situaciones:
- Si no se encuentra ningún obstáculo o interferencia, estas ondas perderán gradualmente parte de su energía hasta que se equilibren con la presión hidrostática(3).
- Si encuentran un obstáculo, dependiendo de la impedancia acústica del entorno encontrado, se transmitirán a través de esta interfaz con o sin pérdida de una cierta cantidad de energía.
- Y, por último, pueden reflejarse completamente hacia la fuente mientras pasa de la onda de compresión a una onda de tensión negativa.
Estos 3 tipos de configuración tienen un papel importante en los efectos que las ondas de presión tendrán en el buceador, que muestra el Gráfico 3 de la página anterior.
- En la situación A, la onda no se encuentra ningún obstáculo y seguirá avanzando hacia la superficie perdiendo su energía hasta equilibrarse con la presión hidrostática.
- En la B, la onda de presión golpea, cruza la ventana del casco y luego se encuentra con la mezcla de aire o gas que contiene el casco y podría llegar a romper el vidrio del casco, dañando los senos nasales o provocando una rotura en el tímpano.
- En el C, la onda de presión golpea el pecho. Pasa a través del traje de buceo, que dependiendo de la naturaleza del tipo de material (neopreno o goma) absorbe una cantidad muy pequeña de la energía entregada. Luego atraviesa la piel y se encuentra con los diversos órganos huecos y pulmones que también tienen una impedancia acústica baja. Como resultado, entre el 28 y el 49 por ciento de la onda se refleja nuevamente con un cambio de fase que creará pequeñas grietas y un desconchado en el tejido alveolar y el sistema gastrointestinal.
- En D, la onda de presión se encuentra con las extremidades inferiores y otras partes del cuerpo compuestas por agua, grasa y músculos. Dado que todas estas sustancias tienen una impedancia acústica cercana a la del agua, la onda de presión las atravesarás sin reflejarse y generalmente sin causar daños. En cuanto a los huesos, también tienen una impedancia acústica bastante baja y por tanto parte de la onda de presión se refleja con la desagradable consecuencia de sensaciones de hormigueo más o menos fuerte, así como golpes más o menos dolorosos en los dedos. Estas mismas ondas de presión también pueden reflejarse desde el fondo y desde la superficie.
NOTAS:
(1) La impedancia acústica: es la resistencia que opone un medio a las ondas sonoras que se propagan sobre este y por lo tanto es equivalente a la impedancia eléctrica, es decir una forma de disipación de energía de las ondas que se desplazan en un medio.
(2) Incompresibilidad del agua: El agua es un fluido incompresible, es decir, la cantidad de volumen y la cantidad de masa permanecerán prácticamente iguales, aún bajo presión.
(3) Presión hidrostática: es la presión que se somete un cuerpo sumergido en un fluido, debido a la columna de líquido que tiene sobre él.
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Prevención General para explosiones submarinas según Francis Hermans
Para prevenir las situaciones de riesgo asociadas a las explosiones bajo el agua, habría que tener en cuenta las particularidades anteriormente descritas. A continuación enumeramos algunas de carácter general a tener en cuenta:
- Nunca inicie un trabajo de corte sin antes haber realizado un análisis detallado de todos los riesgos que se pueden encontrar en el proyecto.
- En el mismo proyecto, realice una evaluación del riesgo de último minuto (LMRA) todos los días antes de reanudar el trabajo para asegurarse de que la situación de riesgo en el sitio no haya cambiado.
- Antes de utilizar el equipo de corte, compruebe que esté en perfecto estado de funcionamiento.
- Con el fin de evitar el deterioro o la explosión del soplete de corte, controle en particular el estado del "supresor de destellos" antes de cada corte.
- Para evitar quemaduras y limitar los efectos de estallido en sus manos, nunca corte sin guantes.
- Para limitar los efectos de una explosión en la cabeza, usen preferiblemente un casco de buceo en lugar de una máscara de banda.
- Para limitar los efectos de una explosión en el pecho, utilice preferiblemente un traje seco de neopreno en lugar de uno de goma.
- Antes de comenzar un corte, asegúrese siempre de estar en la posición correcta y en el lugar correcto.
- Antes de comenzar a cortar, asegúrese siempre de que los gases residuales puedan escapar libremente a la superficie.
- Si los gases residuales no pueden escapar libremente a la superficie, primero haga orificios de evacuación donde puedan acumularse.
- Durante el corte de cualquier pared (tubo, mamparo, tablestacas, etc.) detrás de la cual se puedan acumular accidentalmente gases residuales, y cualquiera que sea la técnica de corte utilizada (empujar o arrastrar el electrodo), evite pararse frente al corte para que en caso de explosión, no tenga que sufrir los efectos de un posible ariete de agua.
- Cualquiera que sea la técnica de corte use (empujar o arrastrar la varilla), evite pararse contra la pared de la estructura porque en caso de explosión, la onda de presión pasará directamente de la pared metálica al cuerpo con una mayor velocidad de progresión que al pasar a través del agua.
- Dado que el pico de presión disminuye casi exponencialmente, intente alejarse lo más posible del corte (a 30 cm la presión ha disminuido aproximadamente un 85%) Esto permitirá, en caso de explosión de pequeños volúmenes de gas inferiores a 2 litros, permanecer por debajo del límite peligroso de 3,5 bares
- Al cortar verticalmente, siempre inicie el corte desde arriba para evitar la acumulación de gases explosivos.
- Nunca corte una tubería sin antes recibir una confirmación por escrito de que se ha purgado de todos los productos inflamables y ahora está llena de agua.
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¿Cómo y cuánto hidrógeno se produce durante el corte debajo del agua?
Otro estudio de Francis Hermans pretende despejar estas incógnitas tras haber realizado pruebas de campo en agua salada y agua dulce, con la asistencia técnica de Octo Diving Company
Las pruebas realizadas por Francis Hermans en el estudio que presentamos a continuación, que cuenta con la colaboración técnica de Octo Diving Company, pretenden averiguar cómo se produce el hidrógeno bajo el agua, pregunta que pone título a su trabajo de investigación y a este artículo.
Todos los buzos comerciales han aprendido en los manuales que el hidrógeno se puede producir de dos maneras cuando se corta bajo el agua, por electrólisis y por calor. Pero qué significa eso exactamente.
Si consultamos los muchos de los vídeos disponibles en Internet que tratan la electrólisis del agua, podemos ver, sin entrar demasiado en detalles técnicos, que cuando una corriente eléctrica continua (CC) pasa entre dos electrodos (ánodo y cátodo) de un metal inerte, separa o disocia los átomos de hidrógeno y oxígeno presentes en las moléculas de agua, pudiendo observar un flujo de burbujas alrededor de cada electrodo.
Aparecerán, pues, burbujas de hidrógeno alrededor del cátodo (electrodo conectado al polo negativo), mientras que las burbujas de oxígeno se generarán alrededor del ánodo (electrodo conectado al polo positivo).
Cuando estamos cortando bajo el agua con electricidad, nuestra pinza, que está equipada con un electrodo de corte hecho de cobre u otras aleaciones, está conectada al polo negativo y, por lo tanto, reaccionará produciendo burbujas de hidrógeno alrededor de las áreas no aisladas de la varilla, en la punta y parte trasera, tan pronto como la corriente eléctrica se envía al circuito (Imagen 3).
Al contrario de las pruebas realizadas en un laboratorio, debajo de agua, la pinza de tierra generalmente está conectada a un metal oxidable (acero) y, en este caso, aparecerán muy pocas burbujas de oxígeno en el lado del ánodo porque el oxígeno tenderá a oxidarse y a disolver ese metal.
Lo que influye en gran medida en el flujo de hidrógeno creado por la electrólisis es, en una parte, la naturaleza del agua en la que opera el buzo, pero también la intensidad de la corriente eléctrica y la distancia (en movimiento) entre la parte no aislada del lado posterior del electrodo y la pieza que está siendo cortada.
Los dos medios en los que un buzo comercial generalmente corta, son agua dulce y agua de mar. El agua dulce generalmente contiene menos del uno por ciento de sal. Debido a esto tiene una conductividad significativamente menor que el agua de mar. Por lo tanto, se reduce en gran medida el proceso de electrólisis y en consecuencia el volumen de hidrógeno (H2).
En lo que respecta a la intensidad de la corriente, a diferencia de la corriente muy baja utilizada en un laboratorio que genera un flujo muy pequeño de burbujas, la que usamos para quemar nuestros electrodos es mucho más alta. Depende del tipo de electrodo que empleen los buzos, pero generalmente está situado entre 110 y 400 amperios.
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¿Cuánto hidrógeno se produce por electrólisis?
Como no se ha publicado mucho sobre ese tema y la escasa información disponible parece basarse en suposiciones, decidimos hacer una serie de pruebas en agua dulce y salada para obtener valores más objetivos.
Para calcular el flujo de hidrógeno en ambos casos, se realizaron dichas pruebas con varias intensidades de corriente: a 50, 100, 150 y 200 amperios, respectivamente.
Para el agua dulce, se optó por hacer las pruebas en dos entornos muy diferentes, como son el agua de cantera y el agua potable, ya que la turbidez del agua puede influir en el proceso de electrólisis.
De esta forma, en las pruebas en agua de cantera que se llevaron a cabo por inmersión, no pudimos ver ningún cambio notable en el flujo de burbujas de hidrógeno con respecto a la intensidad y, por lo tanto, el volumen máximo de gas obtenido en ese tipo de agua a 150 amperios fue de alrededor de 0.12 centímetros cúbicos por segundo (cc/s) ó 7.2 cc / minuto.
Por su parte, en agua potable, el flujo de hidrógeno a esta misma intensidad fue aún mucho más bajo, dando un resultado de en torno a 1 cc/ minuto.
En lo que respecta a las pruebas en agua salada, desafortunadamente después de la retracción de otra compañía de buceo, no hemos podido hacerlas buceando. En su lugar, se hicieron en un recipiente de 70 litros que se llenó con sal marina hasta que el agua alcanzó una densidad de 1024 kilogramos por metro cúbico.
Para calcular la producción de hidrógeno utilizamos 3 marcas diferentes de electrodos exotérmicos de 9 milímetros de diámetro, con una intensidad específica que nuevamente va de 50 a 200 amperios.
Durante una primera prueba a 150 amperios, se registraron 50 cc de gas de electrólisis, que se sometieron a una prueba de llama para confirmar que el gas generado era hidrógeno puro.
Luego, para cada electrodo y con cada intensidad programada, se realizó un vídeo a ambos lados del electrodo para compilar los tiempos exactos que eran necesarios para llenar 30 cc de gas en el tubo de ensayo (Imagen 4).
Durante estas pruebas, se observó que los 3 electrodos usados presentaban casi el mismo flujo de burbujas, por lo que se decidió reflejar una curva promedio en un gráfico. (Gráfico 4)
Para la parte trasera no aislada del electrodo, el flujo se calculó a una distancia constante de 30 cm, si bien esta distancia tenderá a acortarse a medida que se va consumiendo durante la operación.
Como también se puede observar en el Gráfico 4, se extrapoló la curva hasta un valor de 400 amperios (zona roja) para tener una estimación aproximada del hidrógeno generados con técnicas de corte arco-aire.
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¿Cuánto hidrógeno se produce por Termólisis?
La otra forma que produce hidrógeno durante el corte tiene lugar por termólisis o por vaporización de agua. De hecho, si el agua se pone en contacto con una fuente de calor con una temperatura superior a los 2.200 grados centígrados, se produce una ruptura o separación de las moléculas de agua en átomos de oxígeno e hidrógeno.
La documentación técnica que suelen manejar nuestros buzos en sus manuales de buceo, no tiene una descripción de cómo está sucediendo el proceso. Sin embargo, es relativamente simple y se puede explicar de la siguiente manera:
Cuando la escoria líquida es expulsada por la ranura y la punta del electrodo por el chorro de oxígeno, es casi instantáneamente envuelta por una película de vapor, un proceso conocido como efecto Leidenfrost (Imagen 5).
Dentro de estas burbujas de gas, las moléculas de agua que están atrapadas entre el núcleo incandescente y la membrana de vapor se romperán en unos pocos milisegundos, lo que tendrá el efecto de separar los átomos de hidrógeno y oxígeno.
El oxígeno comenzará inmediatamente a oxidar la escoria y formará una costra a su alrededor, mientras que el hidrógeno dilatará la membrana hasta su punto de ruptura y así podrá escapar a la superficie en forma de una pequeña burbuja de gas. Durante unos microsegundos, la superficie de la escoria volverá a estar en contacto con el agua, hasta que se cree una nueva película. Luego, se reanuda el mismo ciclo durante unos segundos hasta que la temperatura de la escoria ya no permite la reacción química (Gráfico 5).
Para medir el gas de hidrógeno producido durante la vaporización del agua, se recuperó la escoria fundida en un recipiente adaptado equipado con un receptáculo de recuperación de gas calibrado al que se conectó una pequeña manguera para realizar las pruebas de llama (Imagen 6).
Con cada marca de electrodos, se efectuaron tres series de tres cortes precisos de 10 centímetros de largo en una placa de 10 milímetros para quemar cada vez 10 cc de acero.
Después de cada secuencia de corte, se observó el volumen de gas producido (y se incrementó en un 25 por ciento para compensar la pérdida de chispas que salieron de la caja de guía) y luego se envió a una pequeña bolsa para una prueba de llama.
Como se puede ver en el Gráfico 6, hay una diferencia de producción de hidrógeno entre el electrodo A y los otros dos. Esto probablemente se deba al hecho de que el tubo externo de ese electrodo tiene otra composición que puede influir en la temperatura de las eyecciones de escoria.
Basándonos en los gráficos anteriores, podemos ver que la cantidad de hidrógeno que podría producirse por electrólisis y calor durante un minuto para el corte de aproximadamente 35 cc de acero con un electrodo exotérmico podría ser de aproximadamente 450 cc.
En realidad, esa cifra tendría que ser menor, ya que una vez que se inicia el corte, la corriente pasará a través del arco y la electrólisis en la punta de la barra cesará. En este caso, solo la parte posterior del electrodo continuará produciendo hidrógeno (el flujo de electrólisis también puede interrumpirse por completo al cortar en frío).
En cuanto a las burbujas de hidrógeno producidas por el calor, una parte de ellas se quema inmediatamente al pasar cerca de la llama.
¿Cuál es, por lo tanto, el porcentaje de gas combustible residual que se genera durante este tipo de operaciones subacuáticas? Para responder a esa pregunta, primero se tendrá que saber cuánto oxígeno pasa a través del electrodo, luego calcule cuánto de ese mismo oxígeno se usará para quemar el acero. Sabiendo eso, entonces será fácil resolver la incógnita.
La última recomendación de Francis Hermans en su estudio, y haciendo referencia a la frase de un conocido soldador, es “ventila, ventila, ventila”.
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La trayectoria del autor de los estudios sobre corte y soldadura
Francis Hermans (Bélgica) es superintendente retirado de buceo y voladuras, con una amplia carrera profesional a sus espaldas. Como dice él mismo, “mis cuadernos de bitácora dicen que he pasado 16 años, 8 días, 1 hora y 10 minutos bajo el agua haciendo todo tipo de trabajos".
Y así lo corrobora su currículum desde mayo de 1966 hasta diciembre de 2013, como buzo en eliminación de artefactos explosivos (EOD), buzo en saturación y supervisor de buceo en alta mar durante 19 años para grandes compañías como Fladas, Comex Diving o Comex Marseille o como buzo en proyectos de ingeniería civil o supervisor, superintendente e ingeniero de voladuras.
Pero son trabajos de corte bajo el agua donde Francis Hermans destaca sus hazañas profesionales y recuerda para esta revista que ha cortado “unos 5.338 metros (17513 pies) de metal con todas las herramientas de corte (térmicas) que existen en el mercado” siendo su herramienta de corte favorita el potente soplete de gas francés 'Picard'. Con este ha podido realizar dos veces un corte vertical de 16,5 metros (54,14 pies) en una tablestaca en 15 minutos y también fue capaz de cortar, junto a su difunto colega Chris Merchiers, los 7 ,5 m (24,6 pies) de un pilote de Ø 96” (2,38 m) x 3 '' (7,5 cm) de espesor en 13 minutos.
Ha sido miembro del Instituto de Ingenieros de Explosivos (IexpE), de la Sociedad Internacional de Ingenieros de Explosivos (ISEE), del Groupement Belge de l'Energie Explosive (GBEE), el Der Deutschen Sprengverbandes e.V. y cuenta con el Certificado de Préposé au Tir / Option Travaux Subaquatiques (République Française) 1984.