Eduardo Martínez (Chile)
Eduardo Antonio Martínez Coroseo es natural de Chile y es uno de esos buzos de nueva generación, que ha entendido que el camino del éxito en esta profesión es tomar formación y capacitarse.
Y es que Eduardo acumula varias certificaciones que le colocan con importantes competencias en la industria del buceo comercial. Comenzó su formación certificándose como buzo comercial por la Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante (Directemar) de Chile continuó ampliando conocimientos con la Association of Diving Contractors International (ADCI) y posee certificaciones de buzo en saturación con campana y supervisor de buceo con nitrox. Además, es supervisor iniciado de buceo con aire certificado por la International Marine Contractors Association (IMCA).
Completó cursos de técnico de mantenimiento y reparación de equipos Kirby Morgan, de Piloto Rov Seabotix y el curso de Interpretación de Tablas de Descompresión de nuestra SubaQuatica Academy.
En definitiva, todo un profesional que ha ocupado buena parte de su trayectoria de 15 años en este sector, ampliando sus formación y, por consiguiente, sus competencias.
Comenzó su trayectoria profesional como meteorólogo en la Armada de Chile, donde estuvo durante 7 años antes de comenzar su andadura en la industria subacuática, donde actualmente trabaja como supervisor.
“En esta profesión hay que procurar aprender todos los días algo nuevo y desarrollar paralelamente otras habilidades en áreas profesionales relacionadas con el buceo”
Su recomendación para los nuevos buzos profesionales es “procurar aprender todos los días algo nuevo”, una frase que seguramente resume bien su trayectoria. Además, rehúye del conformismo e invita a los profesionales del sector a conocer otras áreas profesionales relacionadas con el buceo y que puedan mejorar una operación submarina. “Desde aspectos para el desarrollo de las habilidades de liderazgo, hasta el manejo y el mantenimiento de equipos, todo es tremendamente útil en esta profesión”, asevera nuestro protagonista.
Se enorgullece de haber trabajado en “muy buenos equipos de buceo”, con el que ha ejecutado proyectos de alta ingeniería, por ejemplo en el área de la minería chilena, así como otro trabajos offshore de alta profundidad. Uno de los proyectos más memorables que recuerda es el rescate de cientos de lingotes de oro hundidos en aguas del Atlántico sur en el naufragio del Polar Mist, que completó con la empresa STS Chile.
Lo que más le gusta de la profesión es la profesionalidad que existe en la industria, la itinerancia y los continuos desafíos a los que se enfrenta a diario el equipo, a la hora de completar una misión. “A través de los años me he dado cuenta del gran alcance que tiene esta labor y es por eso que debes estar en una capacitación continua en todas las áreas del buceo”, finaliza.