“En la industria petroquímica buceaba a menudo en completa oscuridad y en condiciones extremadamente peligrosas”
“En la industria petroquímica buceaba a menudo en completa oscuridad y en condiciones extremadamente peligrosas”
Geraldine Parodi es una de esas mujeres que ha roto barreras en la industria del buceo comercial. Su larga experiencia profesional le ha convertido en un referente en su país natal, Francia. Desde la arqueología submarina al buceo en saturación, Parodi ha recorrido un largo camino hasta llegar a ocupar un puesto de docente en el prestigioso Instituto Nacional de Buceo Profesional (INPP) en Marsella.
Su historia, como la de muchos buzos en el mundo, es una historia de superación y pasión por el mar, con el desafío que supone ser una mujer en una profesión que tradicionalmente ha sido reservada a los hombres.
“La película ‘Abyss’ me hizo soñar. Su protagonista era una mujer que estaba siempre en medio del océano y eso me fascinó”
¿Cuáles son los recuerdos de tu infancia junto a tu familia?
Yo siempre quise trabajar bajo el agua. Es un sueño que tengo desde que era una niña pequeña. Todo empezó con la película ‘The Abyss’ (Abyss en España), que me hizo soñar. La heroína de esa película está siempre en el medio del océano y eso me fascinó. Además, tuve la suerte de tener un padre militar que nos hizo viajar mucho. Conocimos tanto los 40 grados de Guadalupe como los menos 40 de San Pierre y Miquelón, siempre alrededor del agua. El buceo nunca fue algo tabú en mi familia, ya que la casa estaba llena de equipos de buceo y soñábamos con conocer a Jacques Cousteau. Mis primeros recuerdos siempre están ligados al agua, ya sea en la piscina, en el mar o viendo documentales submarinos.
¿Cuáles fueron tus primeros pasos en el mundo del buceo?
A los 16 años me inscribí oficialmente para pasar mis primeros niveles de buceo, aunque había hecho algunas inmersiones antes sin certificación. Empecé con el nivel 1 y continué hasta el nivel 4 y también el de monitora. Luego, me convertí en buzo arqueóloga, combinando mis dos pasiones: el buceo y la arqueología. Durante siete años, realicé investigaciones arqueológicas en el sur de Francia, especialmente en Marsella, que es rica en historia y naufragios. Trabajar en la arqueología subacuática me permitió descubrir objetos increíbles, como ánforas y estatuas antiguas, que habían estado dormidas bajo el agua durante siglos. Fue una experiencia muy gratificante y enriquecedora.
“Me dediqué a la arqueología submarina y combiné mis dos pasiones, el buceo y la historia. Luego me certifiqué como buzo profesional”
Hablando de tu carrera profesional, ¿podrías destacar algunos momentos importantes?
Uno de los momentos más destacados fue mi trabajo como buzo arqueóloga, donde tuve la oportunidad de descubrir ánforas y estatuas antiguas. La emoción de encontrar una pieza histórica y saber que eres la primera persona en verla después de miles de años es indescriptible. Otro momento importante fue cuando decidí enfocarme en la inspección de estructuras de hormigón. Llegué a una agencia de inspección donde recogía todos los errores que se podían encontrar en este tipo de estructuras , pero no me bastaba. Quería ir aún más lejos, así que pasé las clases de escafandrista profesional y ahí encontré mi verdadera pasión.
¿Cómo fue la transición de la arqueología subacuática al buceo comercial?
La transición no fue fácil, pero era necesaria. La arqueología subacuática no era un trabajo continuo y necesitaba estabilidad económica. Decidí especializarme en la inspección de estructuras de hormigón bajo el agua. Este trabajo implicaba identificar fallos y deterioros en estructuras sumergidas, lo cual requería una gran precisión y conocimiento técnico. Me di cuenta de que no solo quería estar bajo el agua, sino que quería enfrentar desafíos más complejos. Así que me certifiqué como escafandrista profesional, lo que me permitió trabajar en la industria petroquímica y otras áreas donde las condiciones eran extremas.
“Me siento muy orgullosa de transmitir mi pasión y mis conocimientos en el Instituto Nacional de Buceo Profesional de Marsella”
¿Cuáles consideras que han sido tus mayores logros profesionales?
Uno de mis mayores logros fue un corte de una estructura de 12 metros de altura y 12 toneladas de acero bajo el agua. Fue un trabajo que duró un mes y requirió de un equipo altamente coordinado y mucha precisión. Además, me siento muy orgullosa de haber podido transmitir mi pasión y conocimientos a través de mi trabajo en el Instituto Nacional de Buceo Profesional (INPP) en Marsella. Trabajar en el INPP me ha permitido formar a nuevas generaciones de buzos y promover la seguridad y la profesionalidad en este campo. También estoy orgullosa de haber contribuido al reconocimiento del buceo comercial y de haber demostrado que las mujeres pueden desempeñar un papel importante en esta industria.
¿Cómo fue tu experiencia trabajando en la industria petroquímica?
Trabajar en la industria petroquímica fue uno de los desafíos más grandes de mi carrera. A menudo buceaba en completa oscuridad, sin poder ver mis propias manos. Las condiciones eran extremadamente difíciles y peligrosas, pero también me enseñaron mucho sobre la importancia de la precisión y la seguridad. Entrar en medios confinados, bajo placas de hielo o en emisiones de alta presión requería una preparación meticulosa y una fuerte mentalidad. Cada inmersión era una prueba de resistencia y habilidad técnica, pero también una oportunidad para aprender y mejorar.
¿Cómo manejas los riesgos asociados con tu trabajo?
El buceo profesional es una de las profesiones más peligrosas del mundo. Creo que somos la segunda profesión más peligrosa del mundo después de un astronauta. Nos enfrentamos a todos los peligros de la construcción en tierra, pero bajo el agua. La electrocución, el colapso de estructuras y la falla del equipo son solo algunos de los riesgos que enfrentamos a diario. Es crucial tener una preparación rigurosa y seguir estrictamente los protocolos de seguridad. Además, trabajar en equipo es fundamental. Cada miembro del equipo tiene un papel vital en garantizar la seguridad de todos. Siempre estoy en constante comunicación con el equipo en la superficie y confío en su apoyo para manejar cualquier situación de emergencia.
¿Cómo has logrado conciliar tu vida profesional y personal?
No es fácil equilibrar la vida profesional y personal en un trabajo tan exigente. He tenido que aprender a aislar mi vida familiar de mi vida laboral. Mi esposo, que también es buzo, y yo hemos logrado crear un equilibrio apoyándonos mutuamente. Nos consideramos una pareja-equipo, siempre en consejo mutuo y comunicación constante. Desde hace cuatro meses, trabajo en el INPP y eso me ha permitido tener una rutina un poco más estable, aunque siempre estoy en movimiento. La clave es la comunicación y el apoyo mutuo, tanto en el trabajo como en casa.
“Cuando empecé era de las pocas mujeres en el buceo profesional en Francia. Hoy día cada vez son más y trato de inspirar a las jóvenes buceadoras para que puedan cumplir sus sueños”
¿Qué papel juegan las mujeres en el buceo profesional y cómo ves el futuro en este aspecto?
Cuando empecé, era una de las pocas mujeres en el buceo profesional en Francia. Hoy en día, cada vez hay más mujeres en esta profesión, aunque todavía somos pocas. Mi objetivo es seguir promoviendo la participación de mujeres en el buceo profesional. Es importante mostrar que las mujeres pueden desempeñar este trabajo con la misma eficacia que los hombres. En el INPP, trato de inspirar a las jóvenes buceadoras y demostrarles que pueden alcanzar sus sueños. El futuro del buceo profesional debe ser inclusivo y equitativo, y estoy comprometida a trabajar para lograrlo.
¿Tienes algún consejo para los jóvenes o para aquellos que están considerando una carrera en el buceo profesional?
Mi consejo es que nunca renuncien a sus sueños. Se necesita mucha voluntad y pasión para superar las restricciones y los desafíos de este oficio. Si realmente aman lo que hacen, encontrarán la manera de superar cualquier obstáculo. Siempre habrá excusas para rendirse, pero una sola buena razón para continuar puede llevarlos a realizar sus sueños más locos. También es importante ser realista sobre los riesgos y las dificultades del trabajo. Este no es un trabajo para aquellos que buscan una vida fácil. Requiere dedicación, preparación y una fuerte ética de trabajo.
¿Qué te inspira a seguir adelante y qué esperas lograr en el futuro?
Lo que me inspira a seguir adelante es la pasión por el mar y la naturaleza. Siempre he estado fascinada por la biodiversidad marina y el mundo subacuático. Además, mi hija me motiva a seguir trabajando duro y a ser un ejemplo para ella. Quiero demostrarle que, aunque el trabajo sea peligroso y desafiante, con pasión y dedicación se pueden lograr grandes cosas. En el futuro, espero seguir contribuyendo al desarrollo del buceo profesional y continuar formando a nuevas generaciones de buzos.
Muchas gracias por compartir tu inspiradora historia con nosotros. Ha sido un placer conocerte y aprender más sobre tu carrera y tu pasión por el buceo.
Gracias a ustedes por darme la oportunidad de difundir mi mensaje. Espero que esta entrevista inspire a muchos a seguir sus pasiones.