“Debemos elevar los estándares en toda Latinoamérica. No podemos permitir que sigan ocurriendo accidentes”

“Debemos elevar los estándares en toda Latinoamérica. No podemos permitir que sigan ocurriendo accidentes”

Santos Melgar (Talleres Industriales – Panamá) fue elegido como nuevo Presidente del Capítulo LA&C de ADCI

 

Entrevista por José Luis Galloso

Con más de dos décadas de trayectoria en el ámbito marítimo y trece años al frente del área de buceo comercial de Talleres Industriales, una de las compañías más representativas de Panamá y de la región, el ingeniero Santos Melgar acaba de asumir la presidencia del Capítulo Latinoamericano y del Caribe de la Association of Diving Contractors International (ADCI).

Su elección, celebrada durante la pasada reunión anual en Panamá el pasado mes de octubre, llega en un momento clave para la región y un nuevo liderazgo que pretende revitalizar el trabajo del capítulo después de años de silencio y un escenario industrial lleno de desafíos estructurales de renovada actividad para una industria que reclama mayor integración regional, mejores estándares de seguridad y un impulso decidido hacia la profesionalización.

Su trayectoria en proyectos de todo tamaño, su exposición directa a clientes y mercados y su conocimiento operativo del buceo comercial lo colocan como una figura sólida para liderar este nuevo ciclo.

En esta entrevista, Melgar detalla los retos inmediatos del capítulo, los objetivos que guiarán su mandato y la visión común que ADCI quiere consolidar en América Latina: estandarización, profesionalización, cooperación regional y una cultura de seguridad que sea realmente efectiva.

P.- Señor Melgar, ¿con qué sentido de responsabilidad y actitud asume este nuevo cargo como presidente del Capítulo Latinoamericano y del Caribe de ADCI?

R.- Asumir este cargo implica una gran responsabilidad, ya que significa representar a todas las compañías que integran el capítulo, desde México hasta Argentina y toda la zona del Caribe. Es una responsabilidad enorme y la asumo con el compromiso de trabajar por todos nuestros miembros y por una industria más segura y profesional.

En base a su amplia formación y experiencia en Talleres Industriales ¿qué fortalezas considera que puede aportar a la presidencia del capítulo?

Cuento con 20 años de experiencia en el ámbito marítimo y 13 años como gerente de buceo comercial en Talleres Industriales, que tiene casi 30 años ejerciendo actividades de buceo comercial. Mi formación como ingeniero y la oportunidad de haber gestionado proyectos de todos los tamaños me han permitido comprender la industria desde múltiples perspectivas. He tenido buenas experiencias y también muy malas experiencias, y de todo se aprende. Eso es lo que quiero aportar: conocimiento real de campo, responsabilidad y la capacidad de transformar cualquier error del pasado en una solución de futuro.

¿Qué línea de trabajo seguirá la nueva directiva y cuáles serán sus principales aportes respecto a la etapa anterior?

Sin duda, se necesitaba un cambio. El Capítulo ha tenido menos actividad en común durante los últimos años, sobre todo después de la pandemia, y esa falta de actividad nos pasó factura en cuanto a la participación de las empresas. El objetivo principal es reactivar la sinergia que existía antes. Necesitamos volver a integrarnos, fomentar la comunicación entre las compañías y recuperar la participación activa en las actividades del capítulo.

¿Cuáles son los principales retos que debe afrontar la asociación para mejorar la industria del buceo comercial en Latinoamérica?

El primer reto para la nueva directiva es hacer un análisis de las reglamentaciones de cada país. En muchos casos son muy vagas o no están alineadas con cómo debe llevarse una operación de buceo segura según las normas internacionales como la que propone la ADCI. La realidad es que la mayoría de los países están desactualizados y Panamá no es la excepción. A pesar de haber actualizado recientemente la normativa, la nueva ley dejó más preguntas que respuestas. En una región que está aumentando cada año las operaciones subacuáticas, debemos contar con una normativa firme y clara, que no deje ninguna puerta abierta a las malas prácticas.

¿Qué problemas o carencias requieren atención urgente?

La integración regional. Debemos unirnos más, compartir experiencias. En el evento de octubre, pudimos observar un aumento de la participación y una cantidad de aportaciones con las que todos salimos enriquecidos. Por eso, nuestro objetivo es que el capítulo sea mucho más grande. Tenemos que lograr que más empresas participen activamente, porque eso fortalece el networking y la calidad de las operaciones a nivel global.

¿Va a poner especial énfasis la asociación en elevar los estándares de seguridad en sectores con mayor siniestralidad?

Las normas se revisan y se mejoran constantemente; cada vez son más estrictas. Somos las empresas las que debemos tomar la iniciativa para adaptarnos a ellas y garantizar operaciones seguras. Flexibilizar las normas solo abre las puertas a cometer errores. Y sí, hay falta de cultura de seguridad en la región. Pero si no hay una reglamentación o un ente que regule, Cada uno actúa en función de su propio interés o conveniencia.

Más allá de la vigilancia de la autoridad, ¿son las empresas las grandes responsables de la seguridad?

A falta de un ente que regule, sí, somos nosotros, las empresas, los que debemos llevar el peso. En Talleres Industriales excedemos los estándares: invertimos en equipos, hacemos auditorías externas, siempre buscando la excelencia. Y cuando creemos que ya llegamos, aparece una nueva normativa o un nuevo requisito que debemos implementar. Ese es el camino. Exhorto a las empresas del gremio a que realicen sus propias auditorías internas y externas para mejorar los procesos e identificar las falencias.

¿Cuáles serán las principales líneas en materia de formación y certificación dentro de la región?

Debemos continuar con el proceso de estandarización internacional. La traducción de los exámenes de supervisores al español es un paso enorme para la región. Facilita que más profesionales puedan certificarse y fortalece la profesionalización del sector. La formación debe ser rigurosa, práctica y alineada con el consenso de normas.

¿Cómo se va a continuar implementando los estándares ADCI entre armadas y entes gubernamentales?

La colaboración es fundamental. No solo con autoridades y organismos gubernamentales, sino también con las empresas que contratan servicios de buceo, que deberían exigir los más altos estándares para prevenir incidentes en sus instalaciones. Es un trabajo colectivo entre muchos actores, y ADCI siempre ha sido un ente integrador.

Para cerrar, ¿qué le gustaría haber conseguido al final de su mandato de dos años?

Que se eleven los estándares en toda la región. Y, por supuesto, cero accidentes graves. Nadie quiere que una persona que sale a trabajar no regrese a su hogar. Los accidentes son el termómetro del sector, y lamentablemente siguen ocurriendo. Queremos ampliar el número de empresas miembro y que todas se comprometan a cumplir las normas. Nuestro reto es fortalecer la cultura de seguridad y lograr que más compañías operen bajo estándares reales y verificables con convicción.

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