Un buzo profesional
falleció en la tarde de ayer miércoles 20 de diciembre, mientras realizaba trabajos en unas instalaciones acuícolas en Guardamar (Alicante). El suceso ha sido confirmado a este medio de comunicación por el personal de Comunicación de la Comandancia de Alicante, quienes han explicado a nuestra Redacción que “existe una investigación abierta por parte del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS), quienes ayer retiraron el material del buzo fallecido y comenzaron a averiguar si se trata de un accidente laboral o existen causas especiales”. Al parecer se trata de un varón “nacido en 1982”, es decir de 35 años de edad.
La noticia ha provocado una notable conmoción en el seno del sector del buceo profesional y son muchos los buzos que envían sus condolencias a la familia a través de las Redes Sociales. Precisamente a través de los medios de comunicación sociales la información fluye continuamente desde la tarde de ayer, con datos acerca de las condiciones en las que se podría haberse producido el accidente. Aunque no son fuentes oficiales y por tanto hay que ser cautos con estas hipótesis, compañeros de profesión comparten que “el buzo podría haber bajado hasta 27 metros sin el equipo adecuado, al interior de la jaula” del cultivo acuícola. Por otra parte, al parecer el buzo podría haber estado operando “solo durante la inmersión, con un compañero a 200 metros”, una situación que le haría muy vulnerable en caso de accidente. Según la Orden Ministerial de 1997 que regula las Actividades Subacuáticas “las operaciones con equipo autónomo han de realizarse con dos buzos en permanente contacto visual”. Los compañeros se percataron del accidente cuando el cuerpo del buceador “apareció en la superficie”.
El fallecido deja, según los compañeros de profesión “mujer y dos hijas de 2 meses y 3 años respectivamente”.
SubaQuatica Magazine seguirá informando del caso en las próximas horas.